Tendría que ser de nuevo el campeón del mundo este año Jenson Button para que la estadística tuviera sentido, porque si se repite la historia de 2009 el británico exhibirá su superioridad esta temporada. Entonces, con el famoso BrawnGP de doble difusor, venció en la primera carrera del año en Australia, por delante de su compañero de equipo, que esa temporada era Rubens Barrichello. Algo así, esa hegemonía de equipo, tenía que haber pasado ayer en Melbourne, pero se metió por delante de la irregularidad de Lewis Hamilton un Sebastian Vettel que, esta vez sí, estuvo por encima de las prestaciones de su Red Bull, que ya no parece tan superior como antes.
No era de extrañar que Button estuviera feliz con el resultado: "Nos llevamos muchos elementos positivos de este fin de semana: hemos tenido un buen coche y podemos luchar por el campeonato. Éste es el arranque perfecto de temporada y ya estoy deseando que lleguemos a Malaisia".
Y es que desde el comienzo hizo una carrera perfecta, escapándose en la salida y con un ritmo demoledor, imposible de seguir para sus rivales: "En la salida quería escaparme rápidamente en las primeras dos vueltas para evitar la amenaza del DRS, pero no ha sido fácil porque tenía a Lewis justo detrás. Pero la carrera ha sido bastante tranquila después de ese momento. Mi mayor preocupación ha sido la salida del coche de seguridad: tenía diez segundos de ventaja, lo que era una situación cómoda, pero el 'safety' la redujo a nada". A pesar de todo, cuando se marchó el safety volvió a tirar a fondo y recuperó la distancia perdida para imponerse con comodidad.
Button achaca su triunfo al gran trabajo de su equipo durante el invierno: "Se ha demostrado lo importante que es tener un invierno fuerte. El inicio de las dos temporadas pasadas fue complicado para nosotros, así que el resultado de hoy es muy alentador. Los chicos en el circuito y todos los hombres y mujeres en Woking han hecho un trabajo magnífico para poder situarnos ahora aquí". -M. Franco
AS.com