Mañana -por hoy- es el día en el que se decide todo. Hay gente más optimista, hay gente menos optimista... A ver lo que pasa. Quiero pensar que van a encontrar una solución y que el año que viene vamos a estar en la Fórmula 1 como lo hemos hecho los últimos años. Pero también sé que existe una posibilidad real de que la F-1 se acabe. Si se produce una ruptura, saldría perdiendo todo el mundo". Palabra de Fernando Alonso, el único bicampeón en activo, que, arropado por la historia que se respira en cada rincón de Silverstone, el circuito donde empezó esta locura en 1950, expresó el temor de millones de aficionados.
No hubo novedad ayer, a 24 horas del cierre de la lista de inscritos de 2010, en la brecha que separa a la FIA de los equipos. Mosley ha aumentado el tope presupuestario a cien millones, pero no ha aceptado la moratoria solicitada por la FOTA del uno de julio. Ni está dispuesto a que se firme un nuevo reparto de los ingresos. Y mantiene un reglamento doble, con ventajas en el motor para los modestos.
Alonso se teme lo peor: "Supongo que la F-1 dejaría de existir porque es imposible que con los equipos pequeños el campeonato tenga interés. Una competición paralela con los grandes tendría un pelín más de emoción y de fuerza, pero aún así saldría perdiendo. Los pilotos estamos de acuerdo con los equipos, que han hecho grande este espectáculo. Nosotros iremos donde vayan. Tenemos contratos y su campeonato sería la F-1 de verdad, con los mejores pilotos y los mejores equipos. En cualquier caso, espero que algo bueno pase. Sabemos que no es fácil. Lo que se han dicho unos a otros no ha sido precisamente cariñoso". Sesenta años de historia penden hoy de un hilo.
Briatore reunió a la FOTA en EnstoneLos jefes de los ocho equipos de la FOTA (Asociación de Constructores) se reunieron ayer a partir de las siete de la tarde hora inglesa (ocho en la península) en la sede de Renault en Enstone para elaborar una respuesta común a la última oferta de la FIA. Flavio Briatore fue el anfitrión y no hubo ningún comunicado al término de ese encuentro. Los equipos tienen hasta hoy por la tarde, justo a la hora de cierre comercial europea, en torno a las seis, para decidir si aceptan o no las últimas condiciones propuestas por Mosley. Entre las distintas opciones se baraja la posibilidad de mantenerse firmes para ver si el dirigente británico se atreve a excluirles del próximo Mundial y hacer un campeonato con los tres ya elegidos, más Epsilon-Euskadi, y algunas de las escuderías fantasmas. El paddock de Silverstone era un hervidero de rumores. Mosley también ha accedido a la auditoría independiente, pero los equipos tampoco ven factible un tope presupuestario en 2011 de 45 millones de euros. Y la petición a las escuderías de que asuman el extinto Pacto de la Concordia de 1998 es algo que les hace subirse por las paredes. Quieren el dinero del negocio que gestiona Ecclestone y que Max desaparezca del mapa. Los más optimistas ven posible que hoy haya un nuevo retraso hasta el Consejo Mundial de la FIA del 24 de junio.