Las escuderías Ferrari y McLaren-Mercedes mostraron su desacuerdo con la política del coche de seguridad que decidió el Gran Premio de Singapur y, además, se quejaron de los baches del trazado urbano. La aparición del safety car acorta las distancias entre los pilotos y convierte algunas carreras en "impredecibles", algo que, según Luca di Montezemolo, estropea este deporte.
"Desgraciadamente, cuando la carrera se desarrolla en un circuito donde lo mejor sería establecer un circo o cualquier otra cosa, todo puede pasar, porque el espectáculo lo proporciona el coche de seguridad", sentenció el presidente de Ferrari en la Gazzetta dello Sport. Las quejas en torno a la pista, repleta de baches, las extendió también al circuito valenciano, y añadió que "la proliferación de estos trazados augura un mal futuro para la Fórmula 1".
Una "lotería"
Asimismo, el director ejecutivo de McLaren, Martin Whitmarsh, señaló en un comunicado que el suelo fue "el factor sorpresa" de este Gran Premio de Singapur, pero hizo hincapié en la normativa del coche de seguridad, que "en muchas ocasiones proporciona cierta ventaja a unos pilotos frente a sus rivales", aunque, agregó, que "es un poco una lotería".
"Es una de esas variables que tienden a compensarse a lo largo de la temporada: a veces te beneficias de él, otras no", explicó Whitmarsh. El director ejecutivo de la escudería apuntó, además, que para el año próximo deberían cambiarse la entrada y salida del pit lane, para situarlas más lejos de los vértices de las curvas.
Fernando Alonso ganó su primera carrera de la temporada en Singapur gracias a la decisión poner gasolina y cambiar neumáticos antes de que el coche de seguridad saliera a la pista por un accidente de su compañero Nelson Piquet. Esta maniobra permitió al piloto español colocarse por detrás del safety car y situarse en cabeza de carrera, mientras que otros pilotos tuvieron que esperar a pasar por la calle de boxes.