La FIA tiene luz verde para el reglamento 2010.

Recostado en su asiento 9C del vuelo de Air Nostrum procedente de Madrid con destino a Niza, Stefano Domenicali advierte a AS horas antes de que salga la sentencia del tribunal de París: "Aunque la ganáramos, la FIA podría seguir adelante con su proyecto. Nos espera una semana muy larga aquí en Mónaco". A las dos de la tarde supieron que habían perdido porque el Tribunal de Gran Instancia de París se declaró incompetente en la materia. Y que la Federación Internacional tenía luz verde para mantener las normas de 2010, con un tope opcional presupuestario de 44 millones.

Esto incluye una amenaza aberrante, que aquellos equipos que no lo asuman, algo que es imposible para las grandes escuderías, deberán verse sometidos a un reglamento tan restrictivo como el actual, frente al permisivo de los equipos pequeños. Según la corte francesa, desestiman el recurso de Ferrari porque tampoco era necesario que actuaran de urgencia: "No hay ningún daño inminente que haya que prevenir ni cambio manifiestamente lícito al que haya que poner fin". Y, aunque reconoce el derecho de veto de la escudería al reglamento técnico, lo critica por no hacerlo antes: "Como miembro del Consejo Mundial, la escudería pudo haber ejercido su veto durante la reunión del 29 de abril".

El gigante italiano quiere usar ese argumento para una posible apelación, ya que el cambio de reglas no estaba previsto en ese Consejo. El presidente de la FIA, Max Mosley, se viene arriba: "Ningún competidor debe anteponer sus intereses a los del deporte". A lo que Ferrari dice: "Usamos nuestro derecho de veto, reconocido por el tribunal. Intentaremos llegar a un acuerdo, pero si no es posible, Ferrari no participará en la Fórmula 1 y competiremos en otras carreras a la altura de la marca".


AS.com