El que también vio cerca durante varias vueltas su presencia en un escalón en el podio canadiense fue Fernando Alonso, que a falta de 25 giros marchaba octavo, pero virtual tercero, pues el asturiano ya había realizado su segundo repostaje.
El bicampeón del mundo, que perdió una plaza en la salida en beneficio del alemán Nico Rosberg (Williams), vivía una encarnizada lucha con Heidfeld, más cargado al apostar por una estrategia de una parada, por el segundo puesto. La enésima batalla entre ambos pilotos acabó con la ilusión de Alonso, que arriesgó y trompeó, mandando al traste el que hubiera sido su cajón número 50.
"Arriesgué porque sabía que era fundamental adelantar a Heidfeld, que iba a sólo una parada. Cogí la parte sucia y me salí. Fue un error demasiado grande", explicó tras su abandono Alonso, que volvió a demostrar que el Guilles Villeneuve no se le da excesivamente bien -ganó en 2006, pero se retiró en 2004 y 2005-.