EL TÉCNICO SE REFIRIÓ AL TRATO DIFERENTE QUE RECIBEN
Clemente carga otra vez contra el Real Madrid
IVÁN GÓMEZ · Murcia
Si por algo se caracteriza Javier Clemente es por no tener pelos en la lengua. Son ya casi 30 años los que lleva en los banquillos y ninguna de sus visitas al Bernabéu ha sido un paseo agradable. En varias ocasiones ha señalado el bilbaíno que se siente maltratado por los aficionados madridistas. Claro que tampoco ha hecho mucho Clemente por caerle simpático a la afición blanca.
Este viernes volvió a abrir la boca tras el entrenamiento de su equipo, y por ella no salieron precisamente piropos. El vizcaíno volvió a cargar contra la entidad blanca: “El Madrid no es intocable, es tocable. ¿Cuándo? Pues cuando hace las cosas mal, cuando es un maleducado, cuando no te trata bien o cuando no son deportivos. Las patadas que te pega el Madrid en su campo no hacen daño y las que les dan a ellos son una vergüenza”, manifestó el entrenador en alusión al trato diferente que reciben algunos equipos.
Tampoco tuvo buenas palabras para la Prensa, a quien acusó de venderse al Real Madrid. “Cuando yo digo lo del Bernabéu salen otra vez los mediocres, los periodistas que quieren que el presidente del Madrid les ponga la insignia. Pero las patadas son iguales para todos. No se pueden cortar el rasero pensando en que les pongan la insignia de oro del Real Madrid que vale siete pesetas”.
Después de joyas como éstas no es de extrañar que Clemente no se sienta querido por los madridistas. “Donde más barbaridades me han dicho ha sido en el Bernabéu. Pero sé que son 10 ó 15 tíos, no más”, reconoció. Además, el vasco no tiene ningún problema para explicar qué motivo le ha llevado a ser casi odiado por cierto sector de la afición del Bernabéu: “Luis Enrique era titular en la selección y suplente en el Real Madrid de Míchel.
Pues vale, muy bien. Pero había mucha diferencia. Yo opté por Luis Enrique porque cuando llevé a Míchel vi que no daba más de sí. Era un jugador muy cómodo que sólo jugaba en casa. Cuando había que rascar fuera se escondía porque era muy medroso”.