La climatología también, es un factor importante a tener en cuenta en este tipo de instalaciones
fuertes lluvias vientos y etc... Además creo tener leído sobre estas tarifas que no son hilimitadas como con el cobre
una vez , consumido el crédito de xx GB navega con mucha lentitud.
Pros y contras de internet por satélite
Pero no hay que llevarse a engaño. Internet satélite es una solución óptima para quien no pueda acceder a otra tecnología, pero no es comparable al ADSL o la fibra que disfrutaríamos en una gran ciudad. No es un ADSL por satélite. Tiene unas limitaciones que hay que conocer si no queremos llevarnos una decepción.
• Ping. Al realizarse las conexiones con un satélite lejano (a más de 36.000 kilómetros de distancia), hay un retardo entre que enviamos una señal y recibimos la respuesta. A esto se le conoce como ping o lag y puede ser hasta diez veces superior al del ADSL. No es algo significativo para consultar webs o enviar correos. Pero sí se notará si realizamos videoconferencias o jugamos on-line. Recuerda, por ejemplo, lo difícil que resultan las comunicaciones por satélite en los informativos de la tele.
• Límite de descarga. No hay que esperar la navegación ilimitada de la que podemos disfrutar con el ADSL. En la mayoría de tarifas existe una Política de Acceso Justo (FAP - Fair Access Policy), que quiere decir que hay unos límites en la cantidad de archivos que podemos descargar o enviar. Alcanzado este límite, la velocidad se reduce sustancialmente (como ocurre con algunas tarifas de internet móvil). En general, no es un servicio pensado para, por ejemplo, ver películas on-line.
• Velocidad. La velocidad dependerá de cada caso particular. Puede ser de entre medio mega hasta, idealmente, veinte megas. En condiciones de lluvia podría reducirse. El resultado final estará condicionado por la calidad de la instalación, por lo que es recomendable que la realice un profesional.
• Precios. En relación a los precios, resulta en comparación algo más caro que el ADSL, pero no mucho más. Las opciones más básicas comienzan en 30 euros al mes más IVA. Pero a esto habría que añadir el coste de los equipos (5-10 euros al mes) y en ocasiones la instalación (100 euros). A algunas tarifas también hay que sumarle el servicio telefónico (10 euros al mes). Y hay opciones con permanencia y sin ella.