Los contribuyentes han pagado 6.750 millones de más en el IRPF por la inflación

cotizalia.Los contribuyentes españoles hemos pagado 6.748,5 millones de euros de más en el Impuesto sobre la Renta entre 2004 y 2008 por la negativa del Gobierno a actualizar los diferentes conceptos para recoger el efecto de la inflación. Es la conclusión a la que llega un estudio de Funcas (la fundación de las cajas de ahorros) presentado ayer y que descuenta el impacto positivo de la reforma fiscal de 2007, cuantificado en 1.651,2 millones.

"Este sobreimpuesto, exigido de forma silenciosa y poco transparente, es consecuencia de la incompleta indexación del IRPF a la inflación. En este contexto, podemos asegurar que a pesar de la reforma llevada a cabo en 2007, el IRPF ha subido significativamente desde la reforma aprobada en 2003", concluye el informe.

Dicha conclusión echa por tierra el argumento esgrimido por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero de que los impuestos han bajado durante su mandato, al menos en lo que al IRPF se refiere. Aquí hay bastante confusión entre bajadas de impuestos y de presión fiscal, que es un concepto distinto que mide la relación entre la recaudación tributaria (incluyendo cotizaciones) y el PIB. La presión fiscal ha bajado por el desplome de la recaudación derivada de la crisis, no porque hayan bajado los impuestos.

La inflación no sólo afecta a la tarifa

El estudio de Funcas es muy amplio y detallado, porque tiene en cuenta el efecto de la inflación no sólo en la tarifa (la llamada deflactación), sino también en los mínimos personales y familiares, las reducciones de la base imponible y las deducciones de la cuota. Mientras tanto, la indexación del impuesto, en los años en que se realizó (2005 y 2006), se aplicó únicamente a la tarifa y, además, fue inferior al crecimiento real de los precios. En 2008 se aplicó una indexación del 2% sobre los mínimos, tarifa y reducciones por rentas del trabajo, pero la inflación real fue del 4,1%.

Además, hay un efecto perverso, que es que muchos contribuyentes saltaron al tramo siguiente en la tarifa del impuesto simplemente por el efecto de la subida de su sueldo en función del IPC, lo que provocó que se les aplicara un tipo más alto y, en definitiva, que subiera su carga fiscal. Algo que no debería haber ocurrido si se hubiera indexado correctamente el impuesto.

Teniendo en cuenta todos los factores, las cantidades pagadas de más por los contribuyentes fueron de 1.169,5 millones de euros en 2004, 2.320,6 millones en 2005, 3.748,1 millones en 2006 y 1.161,5 millones en 2008. El 75% de las declaraciones resultaron perjudicadas, con una pérdida media de 569,9 euros entre 2004 y 2006.

Las madres trabajadoras

El estudio cita algunos ejemplos especialmente sangrantes, como la deducción de 1.200 euros de las madres trabajadoras, aplicada durante 2004, 2005 y 2006: la no indexación de esta deducción hizo perder a las mujeres incluidas en este colectivo 237,5 euros en dicho período.

El impacto de la inflación en el IRPF  -conocido como "rémora fiscal"- depende el ritmo de crecimiento de los precios, muy elevado en España en los últimos años como es sabido, y de la ausencia de correcciones compensatorias en todos los elementos sensibles del impuesto. Además, esta erosión tiene carácter acumulativo, es decir, el impacto de un año se acumula al del anterior, lo cual empeora la situación