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La conciencia y el universo
No miremos atrás con tristeza ni hacia adelante con miedo, sino alrededor con conciencia. JAMES THURBER
En el momento en que nos fijamos atentamente en algo, incluso en una bizna de hierba, ese algo se convierte en un mundo misterioso, asombroso e indescriptiblemente maravilloso en sí mismo. HENRY MILLER
Primero fíjate en la figura 1, de la página siguiente.
Empieza fijándote en la línea horizontal de abajo. Esa línea representa la división entre el mundo fenoménico de las cosas creadas y la «no-cosa» o la nada de la que fueron creadas.
Por encima está la infinitud de la creación y por debajo la ilimitada morada de la conciencia pura.
La conciencia pura es una e informe. Eso significa que carece de límites que nuestras mentes pudieran identificar. Éstas trabajan con cosas que pueden reconocerse a través de sus formas diferentes; son los contenedores de pensamientos y emociones.
Nuestras mentes se mantienen en contacto con el mundo material a través de los sentidos. Podemos distinguir una rosquilla de una rana gracias a sus diferencias. Esto pudiera parecer más bien simplista, pero la tarea de la mente es identificar formas diferentes, etiquetarlas y catalogarlas, para luego utilizarlas o archivarlas para un uso futuro.
La conciencia pura es una e informe. Eso significa que carece de límites que nuestras mentes pudieran identificar.
Figura 1: Modelo Material LA CONCIENCIA PURA
Orden implicado, nada, vida inexpresada, no-experiencia
Todo este proceso es realizado por el pensamiento, que es una forma.
Los pensamientos y las emociones son formas mentales. Las ideas, las creencias, las esperanzas y las filosofías son un ensamblaje de pensamientos alrededor de un tema central, de manera muy parecida a como una silla es un ensamblaje de moléculas reunidas en torno a la idea de sostenerte en una postura sentada.
Los pensamientos no son tan tangibles como los objetos materiales, pero no por ello dejan de ser objetivos. La cuestión es que todo lo que existe en el universo es individual y único. Cada objeto es separado e identificado por su forma única.
Bajo la línea horizontal vemos que la conciencia pura carece de forma, es informe. Hay que considerarla como una página en blanco en la que hubiera que escribir palabras. Por tanto, la conciencia es informe, ilimitada, indiferenciada y pura. Es una sin dos. Como la conciencia pura es informe no puede ser reconocida por nuestras mentes. Por mucho que lo intentes, no podrás llegar a comprenderla. Ni llegarás a poder controlarla ni a manipularla. No existe como una cosa, y en lo que respecta a tu mente, ésta considera que no existe. Pero sí existe.
Así que ésa es la tarea a la que nos enfrentamos. Debemos encontrar algo que carece de forma y sustancia. Luego debemos llegar a conocer esa «nocosa» de una manera más íntima de lo que conocemos nuestras propias mentes. Finalmente, hemos de utilizar esta «no-fuerza» inservible para curarnos a nosotros mismos y curar a otros.
¿Te empiezas a dar cuenta de por qué este conocimiento es secreto? Este secreto existe porque vivimos en nuestras mentes, inconscientes de la conciencia. A pesar de que la experiencia de toda una vida nos dice lo contrario, creemos a nuestra mente cuando nos dice que la alegría, la paz y el amor infinitos proceden de las cosas.
Caemos en esa vieja trampa una y otra vez. Y también la creemos cuando nos dice que una «no-cosa», que una nada, carece de valor. Pero sin embargo lo tiene.
A pesar de que la experiencia de toda una vida nos dice lo contrario, creemos a nuestras mentes cuando nos dicen que la alegría, la paz y el amor infinitos proceden de las cosas.
La conciencia pura carece de límites y por lo tanto no hay nada acerca de ella que pueda cambiar. Ese tipo de nada dura para siempre. Todo el resto, es decir, toda la creación, cambia y acaba dejando de existir. El cambio es la única constante en la esfera de lo creado.
En el momento en que algo es creado, inicia su periplo hacia la extinción. La conciencia pura nunca cambia, nunca muere. Es el terreno del amor eterno y la paz infinita.
Pero todo esto tiene truco. Todo lo que tiene forma procede de la informe conciencia pura. No me preguntes como, pero así es. La red de la creación se teje en el vientre de la conciencia pura. La física cuántica ha descubierto la esfera de la conciencia pura. Al menos teóricamente. David Bohm, uno de los más importantes físicos teóricos de esta generación, identificó un «todo ilimitado» en el que está contenido un orden implicado.
Esto no debe confundirse con el campo de punto cero o estado cuántico, que es el estado energético más bajo de una partícula u objeto. El estado al que se refiere Bohm carece de energía. En pocas palabras, este campo contiene el «material» de la creación, que espera en silencio para convertirse en forma o energía. Por tanto, lo que Bohm afirma es que todo procede de la nada.
Dando un pequeño salto inductivo podría decir que la creación surge de la nada de la conciencia pura. En realidad, eso es algo que experimentarás más adelante, cuando aprendas cómo detener el pensamiento, para luego observar como vuelve a materializarse de la nada.
Ahora dirijamos nuestra atención a la creación fenoménica que aparece por encima de la línea horizontal.
En la creación todo expresa dos cualidades
rden y energía. Utilicemos la silla en la que estás sentado para demostrarlo. Lo que consideras tu silla no es sino energía en forma de silla. Sabemos que presenta energía porque sostiene tu trasero en el aire. En la ecuación energía-orden, el orden aparece expresado por la forma de la silla. Así pues, no importa si hablamos de estrellas o átomos, amebas o cebras, pues todo es energía y forma.
La red de la creación se teje en el vientre de la conciencia pura.
La forma creada más básica es la onda y justo después de la conciencia pura, hallaremos el campo de punto cero o estado cuántico. Añado esta información para aquellos que estén familiarizados con la teoría cuántica y deseen comprender mi postura con detalle. Si estás principalmente orientado hacia las ciencias curativas, sabrás que a este nivel básico de la creación se lo denomina fuerza vital, y que es lo que insufla vida a la existencia orgánica.
Una onda es infinita, y se expande sin fin. Cuando las ondas se solapan, crean partículas subatómicas. Cuando las partículas se tornan más compactas, se convierten en átomos. Los átomos se agrupan formando moléculas y éstas se organizan en formas físicas como sillas, flores y coches.
En la creación todo expresa dos cualidades
rden y energía.
En nuestra jerarquía energía-orden, cuanto más tangible es el orden de un objeto, menos energía expresa. Tu silla resulta ser bastante sólida comparada con una partícula subatómica, ya que ésta es muy escurridiza.
Aunque conozcas la posición exacta de una partícula subatómica, no sabes con qué rapidez o en qué dirección se mueve. De igual manera, si cronometras su velocidad exacta, no podrás hallarla. Mis hijos, de adolescentes, eran como partículas subatómicas a la hora de hacer los deberes: no había manera de pillarlos. Si podías definir su posición exacta, por ejemplo en el sofá, pegados a la televisión, no había manera de que pudieras hacer que se moviesen. Recordando todo aquello, me resulta asombroso comprobar cuántos conceptos físicos llegaron mis hijos a controlar, como inercia, entropía y en particular el principio de incertidumbre de Heisenberg. Es mucho lo que les debo.
Pero volvamos a la idea de energía y materia. Cuanto más sutil es el nivel de creación, mayor energía contiene. En el actual nivel grosero de energía, la de la silla en la que te sientas sostiene tu peso. En el nivel molecular sutil de la silla descubriremos más energía disponible.
Si reorganizamos sus moléculas, por ejemplo prendiéndole fuego, liberaremos mucha más energía en forma de calor y luz. Si lo que queremos es liberar todavía más energía de la silla, deberemos dirigirnos al nivel atómico.
Sabiendo cómo dividir sus átomos podremos liberar su enorme cantidad de energía en muchas formas.
Cuanto más sutil sea el nivel de creación, mayor energía contiene.
No conozco ningún trabajo que trate de aprovechar la energía de las partículas subatómicas, pero sí conozco tecnologías que utilizan la energía de las ondas sutiles.
Ese es el lugar que ocupa el sanador energético; exploraremos ese trabajo tan interesante de camino hacia el aprendizaje de la curación sin energía.
Permíteme que te pregunte lo siguiente: ¿alguna vez se te han acabado los pensamientos? Me parece a mí que no. Algo que sí podemos decir respecto a ellos es que siempre están ahí, desde la primera vez que respiramos hasta la última.
Si los pensamientos son energía y resulta que nunca se agotan, tiene sentido pensar que el origen del pensamiento es una fuente de energía inextinguible. De ello también se desprende que aprovechar de manera directa esa fuente de pensamientos nos beneficiaría enormemente.
Todo ello indica que desvelar la fuente del pensamiento puede tener una influencia curativa positiva definida y apabullante sobre las dolencias físicas, las relaciones personales, los éxitos económicos, el buen estado emocional y, sí, incluso la vida amorosa. Todos los aspectos de nuestras vidas quedan maravillosamente transformados con el simple hecho de hacernos conscientes de dónde procede todo. Es decir, nuestra siempre presente compañera la conciencia pura.
Si los pensamientos son energía y resulta que nunca se agotan, tiene sentido pensar que el origen del pensamiento es una fuente de energía inextinguible.
Acabamos de ver que los niveles más refinados del mundo material procuran más energía. Pero ¿de dónde procede toda esa energía? Ya sabemos que proviene de la conciencia pura.
Por definición, la creación es movimiento de energía de una manera organizada u ordenada. Aquí es necesario comprender un aspecto vital: la conciencia pura es la fuente de la energía pero no es energía. Eso significa que no se mueve. Tiene el potencial de crear pero todavía no lo ha hecho. Ni tampoco tiene forma. Podría decirse que la conciencia pura es la perfección a la espera de expresarse.
La conciencia pura es la fuente de la energía, pero no es energía.
Tal vez ahora estés pensando que dónde quiero ir a parar con todo esto.
Me alegra que te lo preguntes. Si lo que quieres es jugar únicamente en el campo relativo de la existencia, adelante y que disfrutes. Pero si lo que deseas es el más grande de los poderes y el orden más perfecto, en ese caso debes entrar en contacto con el origen de todo conocimiento, la conciencia pura.
Existen miles de modalidades curativas que operan en diversos niveles de la vida. El trabajo corporal y el quiropráctico resultan efectivos en el nivel físico grosero. Las hierbas y los medicamentos operan a nivel molecular. La acupuntura y la sanación energética trabajan con ondas de energía sutil. Sin embargo, ninguna de estas formas de sanación está diseñada para aprovechar directamente la fuente de la creación. Este libro te enseñará la ciencia de la sanación a partir de la conciencia.
A este proceso lo denomino Curación Cuántica (CC)*. Recuerda, la conciencia pura es el origen de la energía y del orden, y cuando utilizas la CC estás recurriendo a la más pura y potente que existe. Cuando emplees la CC, no serás tú quien realiza la curación, sino la conciencia.
Y no sólo eso, sino que además de la gente a la que estés ayudando, tú también sanarás.
Es sin duda una situación beneficiosa para todos.
* Quantum Entraiment (QE) es el nombre en inglés registrado del proceso utilizado por el doctor Frank J. Kinslow, que en este libro y en otras traducciones europeas se ha dado en llamar Curación Cuántica (N. del T.).
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La mente y los pensamientos