Motociclismo | Una efeméride muy especial

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"A falta de una vuelta, no paraba de llorar"
De los 32 títulos del motociclismo español, sólo uno corresponde a la clase reina, cuando era la añorada 500cc. 'Crivi' certificó en Río de Janeiro su corona con el sexto puesto que necesitaba, en un Mundial en el que ganó seis grandes premios.
¿Cómo afronta el décimo aniversario del título de 500cc?

Muy bien. Los de la tele hacen un reportaje. Me han preguntado y sacarán cosas. Es perfecto. La gente se acuerda de aquello.
¿Y cómo lo recuerda usted?

Recuerdo perfectamente la carrera, lo mucho que me jugaba y lo bien que salió todo, porque tuve que correr con la muñeca tocada, con muchos dolores. Padecía una fisura en la muñeca izquierda, en el pisciforme, pero resultó ser una fractura. Tenía que asegurar esos puntos porque no se nos podía escapar ese campeonato tan importante para todos, y así lo hicimos. Con un sexto en Río valía y así acabé. Pudimos celebrar ese Mundial, pero vamos, usted lo sabe bien, porque me dio la bandera al cruzar la meta.
Y le recuerdo llorando de emoción dentro del casco.

A falta de una vuelta, no paraba de llorar y sólo pedía que no se rompiera la moto. Entré con la rueda levantada y ahí me dije: "Ya está hecho, ahora sí que eres campeón del mundo de 500". La vuelta de honor fue una locura y me paró mi hermano y mi familia. Cuando llegué a boxes, vi que Javi Ullate (su mecánico de confianza) había puesto un uno en la moto dos. Se ve que era de Doohan y lo colocó en mi moto. Fue increíble.
Por fin se cumplía el sueño...

Ese año ya era consciente de que lo tenía muy bien, pero se nos complicó un poco porque me caí en Australia y, a partir de ahí, tuvimos que conservar. No podía hacer otra cosa ya que no pilotaba cómodo por la lesión y no podía cantar victoria antes de tiempo, pero lo tenía muy bien.
Ha dicho que todos querían que ganara aquel Mundial. Se refiere a usted, al equipo, a los periodistas, a los aficionados ¿Había mucha presión?

Tanta como que ha sido la carrera más vista de la historia (7.258.000 espectadores en el banderazo y 5.145.000 de media). Había ante la tele gente no habitual y que estaba porque quería ver a un españolito campeón del mundo de 500. Fue muy grande y, cuando pasa el tiempo, más valor le das. Cuesta mucho ganar y teníamos delante un muro llamado Doohan que no había forma de batir
Él quedó fuera de combate en Jerez, por lesión. ¿Habría sido también campeón con el australiano en la pista todo el año?

Es la gran incógnita. En el 98 ya fuimos muy justos y a mí me tiraron en Montmeló. En el invierno del 99, estábamos muy igualados y me esperaba al final del entreno para hacer los tiempos. En Honda nos decían que no hacía falta ir tan rápido. Ya en Jerez, mi circuito talismán, él quiso hacer un tiempo imposible y ahí terminó la carrera de Doohan, cosa que yo no quería, y tuve que luchar con otros como Roberts, Biaggi, Abe, Okada
¿Quién será el próximo español que gane en la clase reina?

Lorenzo está en el camino. Le hace frente a Rossi y, con algo de paciencia, podrá lograrlo.
A usted aún se le quiere.

Lo sé y no me gusta hacerme el héroe, pero se agradecen estos homenajes.