Stoner y los demás

MADRID.- Una carrera es poca muestra para sacar conclusiones definitivas pero hay señales que se repiten desde hace tres temporadas y que deben hacer reflexionar a los responsables del Mundial. Los duelos en carrera se han reducido hasta el punto de que se celebran como excepcionales pugnas como la del Laguna Seca en 2008 y cada vez es más común presenciar carreras como la de Qatar: un piloto se escapa del grupo nada más comenzar y salvo caída o avería, cruza la meta después de más de 20 vueltas en solitario. En Losail, Casey Stoner repitió su gran actuación del año pasado y se sitúa como primer líder del Mundial. La obligación de utilizar Bridgestone no trajo la tan buscada igualdad en la pista.

El campeón de 2007 cumplió con lo que se esperaba después de no encontrar rival durante la pretemporada. Sólo Valentino Rossi había sido capaz de seguirle a una distancia digna durante las pruebas de invierno y en Qatar fue el único que ofreció cierta resistencia. Stoner debía demostrar que no sólo es el piloto más rápido a una vuelta. Vaya si lo hizo. Desde la salida dejó claro que no quería sorpresas, enseguida soltó de rueda a Loris Capirossi, que había sorprendido a Rossi en la arrancada, y ya nadie le hizo sombra. Y de su lesión de muñeca, ni rastro.

Los 30 años que gasta Valentino Rossi acumulan tantas experiencias que ninguna situación de carrera es nueva para él. Con Stoner en plan abusón, al italiano sólo le quedaba la batalla psicológica, la que se gana recuperando terreno en cada vuelta y obligando al piloto perseguido a no dejar de acelerar. Ni con esas Stoner se puso nervioso. No había nada que hacer.

Es una gran noticia para Jorge Lorenzo sentirse tan cómodo con unos neumáticos hasta este año desconocidos. El piloto español obtuvo un valioso tercer puesto en su primera carrera con Bridgestone -proveedor único en 2009-. Desde el comienzo, Lorenzo entendió que seguir a Rossi en su utópica persecución era imposible y se centró en asegurar su séptimo podio en MotoGP.
Pedrosa comienza bien pero acaba undécimo

Todo lo que fuera finalizar la carrera sano y dentro de los puntos sería para Dani Pedrosa, mermado físicamente tras ser operado hace apenas un mes. La fractura del radio de su brazo derecho estaba casi totalmente superada pero no se podía decir lo mismo de su maltrecha rodilla izquierda, que le impedía pilotar con comodidad al no poder doblar totalmente la articulación.

Después de una buena arrancada, el piloto de Repsol Honda llegó a rodar en sexto lugar. Alex de Angelis, temerario a la salida de una curva a izquierdas, tocó a Pedrosa y a punto estuvo de mandarlo al asfalto. El incidente descentró al español y le hizo caer hasta la undécima posición.

Los otros dos españoles de la parrilla, Toni Elías y Sete Gibernau, terminaron en novena y duodécima posición respectivamente. Especialmente meritoria fue la carrera de Gibernau, que regresaba tres años después al Mundial. Su hombro aguantó y eso ya es una buena noticia. Después del Gran Premio de Japón, cuando el campeonato regrese a Europa, Sete tendrá mucho que decir.