Yamaha ha descartado a Valentino para probar a partir del lunes las novedades en la M1 con vistas a 2011; lo hará Lorenzo
. V. B. / EFE Valentino Rossi tiene vetado probar las novedades de la M1 de Yamaha para 2011 el próximo lunes 15 de agosto, en los últimos tests oficiales de la temporada que se realizarán en el Circuito de Brno, donde un día antes se disputará el Gran Premio de la República Checa. Yamaha ha decidido que sea el español Jorge Lorenzo el que tenga la oportunidad de desarrollar dicha moto, y ha descartado al italiano, con un pie en Ducati, para evitar que se lleve información privilegiada a la casa de Borgo Panigale. La ruptura entre Valentino y Yamaha tras siete años de éxitos es un hecho que podría confirmarse además ese mismo lunes, si finalmente Ducati, como se espera, procede a anunciar el fichaje del italiano para 2011.
La guerra fría emprendida por Rossi en el seno del box de Yamaha con Lorenzo, separados ambos por un muro y con distintos equipos de ingenieros y mecánicos para uno y otro, se ha intensificado en las últimas semanas, con el balear lanzado a por su primer título de MotoGP, favorecido por la lesión del italiano, ausente en cuatro carreras que han permitido al primero distanciarse en la clasificación. El ultimátum de la casa japonesa a ´Il Dottore´ para que aceptara o rechazara la oferta de renovación a la baja expira en Brno, pero el italiano ya ha tomado una decisión, enterado de que ese dinero que se ahorra el equipo en él iba a ir destinado a mejorarle la ficha al español. Rossi, de esta forma, prefiere cambiar de aires y llevarse consigo a todo su equipo de confianza.
Fue durante la convalencia del italiano tras su fractura de tibia y peroné en Mugello el 5 de junio cuando arrecieron los rumores sobre su salida de Yamaha, acrecentados por unas declaraciones del consejero delegado de Ducati que la marca no tardó en desmentir, tratando de evitar un traspaso tempestuoso como el que vivió el piloto hace siete años, cuando Honda no quiso liberarle hasta el 31 de diciembre. De suceder esto mismo, Rossi no podría subirse a la Ducati Desmosedici en el Circuito Ricardo Tormo de Valencia, tras el último Gran Premio del año, y debería esperar al próximo año.
Oportunidad para Lorenzo
Mientras unos y otros aclaran su situación, el Campeonato del Mundo de Velocidad se reanuda este fin de semana en el trazado checo, donde Jorge Lorenzo, a sus 23 años, tiene una nueva oportunidad para ir acercándose al objetivo de convertirse en el segundo piloto español tras Álex Crivillé (1999) en alzarse con el título de la máxima categoría del motociclismo. Después de Brno faltarán ocho pruebas para encumbrar a un campeón que podría conocerse mucho antes. El piloto de Yamaha, que aventaja en 72 puntos a su compatriota Dani Pedrosa (Honda), en 95 a Andrea Dovizioso, y en más de 100 tanto a Casey Stoner (Ducati) como a Valentino Rossi (Yamaha), aseguró que su «principal reto» en la República Checa es subir al podio, una asignatura pendiente en MotoGP, tras haber sumado tres victorias en Brno: dos en 250 c.c. y una en 125 c.c. «Brno es una carrera que me gusta y allí he ganado tres veces, pero nunca en MotoGP. Es mi reto que mi primer podio en la segunda parte de la temporada sea allí. La pista de Brno es impresionante, rápida y con buenos desniveles», afirmó Lorenzo, que acaba de disfrutar de unas vacaciones «para cargar baterías» en el Caribe, tras adjudicarse el pasado 25 de julio la sexta victoria de la temporada, la primera de su vida en Laguna Seca.
Rossi se ve más fuerte
Su gran rival, Valentino Rossi, espera «sentirse mucho más fuerte» en Brno después de varias semanas trabajando en mejorar su condición física tras su lesión. «Brno es una gran carrera para mí y siempre es especial porque es el primer sitio en el que sumé una victoria», dice el italiano en el comunicado de su equipo. «El año pasado hice una gran carrera, pero este año va a ser más duro porque todavía no estoy totalmente en forma. Tengo mucha ilusión, tenemos por delante la segunda mitad de la temporada y nuestro objetivo es hacerlo bien», apuntó.
Por su parte, Dani Pedrosa, que sufrió una caída en Laguna Seca, encara con incertidumbre la vuelta a Brno, «un circuito difícil de pilotar, muy ancho y con muchas posibilidades de trazada, en el que la puesta a punto de la moto es muy importante. El viernes es clave».