Dani Pedrosa se cansa de tapar las miserias de Honda

Su cara quizás forzaba una mueca de felicidad en el podio que no se correspondía con el malestar interior. El caso es que Dani Pedrosa no compareció ante los medios de comunicación con el rictus de un hombre plenamente contento. El segundo tenía buen sabor de boca para sus aspiraciones cuando llegó a Jerez, pero su descontento con la Honda era descomunal. "Estoy feliz porque este resultado delante de tu gente es importante, aunque me hubiera gustado ganar, claro", dijo el de Castellar, que después admitió cierta frustración por tener que sobreponerse a una máquina de la que Andrea Dovizioso también echa pestes.

"Con los resultados es como si barriera lo que no se ve, pero los problemas están ahí"

En un alarde de sinceridad, Pedrosa no cargó todas las tintas contra Honda. "No he podido entrenarme en seis meses ni hacer bicicleta. Y cuando todos estaban entrenándose aquí, yo estaba tumbado en un sillón con la pata tiesa", continuó el español, que confía en recuperar todo su potencial físico en las próximas carreras.

Pero como todo el conjunto falla, Dani se ensañó también con el estado de salud de la RC212V. Para buscar soluciones, Honda ya ha organizado varias reuniones: "Es difícil saber hacia dónde ir. Es complejo acertar con lo que necesitamos". Dani insinúa que ahora hace falta más trabajo y actuar de manera drástrica: "Así no puedo demostrar todo mi potencial". Ayer, cuando trascurría la vuelta 13, la goma anterior se cansó de soportar el ritmo que imprimía Dani y se agotó. Y en Honda lo achacan a un serio problema con el chasis, la madre del cordero de esta moto que ya hace tres años nació maldita pese a los sucesivos cambios forzados por la fábrica para no descolgarse. Ahora, cualquier cambio que se haga debe ser, según Pedrosa, "un cambio que sepamos que va a funcionar, pero el cambio hace falta, es evidente, porque tanto yo, como mi compañero de equipo, como todos los mecánicos sabemos que esta moto tiene muchas limitaciones". "Y para poder ganar hay que mejorar la moto", recalcó sin complejos.

"Todos sabemos que esta moto tiene muchas limitaciones y que hay que mejorarla"

Con este decorado, Dani habla con cierta acritud de la situación de Honda. Y afirma estar un poco cansado de poner él lo que le falta a la moto: "Es que parece que con los resultados a Honda le quito los problemas de encima, es como si barriera lo que no se ve, pero los problemas están ahí". Y sugiere rapidez, capacidad de maniobra radical, "porque con un pequeño cambio podemos mejorar mucho".

En un último recado, Dani le recordó a la fábrica nipona que sólo él parece estar en disposición de luchar por ganar cada Gran Premio. "Mirad las otras Honda cómo van. Se han quedado a medio minuto", reseñó. Está por ver si para Le Mans recibe nuevas piezas.