formulamoto 11-04-2018
Valentino Rossi más mentiroso que miedoso
Cuesta de creer que Valentino Rossi tenga miedo de correr con Marc Márquez en pista. El marrullero Rossi, que se las ha jugado a todos sus rivales con las peores artes de piloto, no le teme ni al mismísimo satanás.
Hasta el mismísimo
Giacomo Agostini ha tirado de ironía para reírse de sus falaces declaraciones recomendándole que, si tiene miedo, se vaya a trabajar a un banco, como hubiese podido decir una ferretería.
La cuestión del asunto, es que la verborrea que está soltando Rossi desde los hechos argentinos tiene un claro objetivo de desprestigio ajeno e interés propio. Trueca el supuesto miedo por la mentira en directa maniobra de perjudicar a Márquez.
Nadie se cree que le tenga miedo a Marc en pista. Tampoco que no se siente protegido por Dirección de Carrera (DdC). Solo busca llamar la atención mediática. Detrás de estos lamentos y acusaciones esconde un plan para lograr desprestigiar y penalizar de alguna forma al campeón del mundo. Quiere apelar a la responsabilidad de DdC y de Dorna para lograr actúen como un ojo de halcón permanente sobre el español. También busca la amonestación rápida y fácil al mínimo desliz que tenga. Juega al victimismo cuando le señala como el ogro feroz que le trata a él peor que a los demás. Apela a la inquisición para llevarle a la hoguera y hacerle desaparecer del Mundial.
Desea que se lo coman los diablos para apartarle del entorno donde todavía desea pervivir un trienio más. Se siente eterno, pero le sobra Márquez.
La mentira supera ese imaginario miedo que se inventó en Termas de Río Hondo. Escenario donde precisamente hace tres años le hizo una innoble jugarreta a Márquez para tirarle en una frenada a destiempo.
Juego sucio marca de la casa que fraguó el inicio de su enemistad. Ahora, con el paso de los años y sintiendo que no puede con él, va más allá y le tilda de mala fe. Grave acusación que forma parte de su campaña de desprestigio cuando, ciertamente, esa ha sido una de sus perversidades para hundir la moral de los más sonados rivales que se han cruzado en su carrera deportiva.
Pregunten a Sete Gibernau, Max Biaggi o Casey Stoner.
La sarta de mentiras ideadas por Rossi acusan a Márquez de destruir nuestro deporte porque no tiene respeto por nadie.
Eso lo dice quién lejos de conocer el respeto lo ha trocado en mofa y burla de sus propias víctimas, como cuando tiró a Sete en la entrada de meta de Jerez. O en un pasaje anterior con Dani Pedrosa lesionado en una rodilla tras ser percutido por Vale en un entrenamiento, tuvo la desfachatez de subirse una silla al podio para reírse de Dani quien a pesar de todo logró el tercer peldaño.
Lo peor de sus falacias es la capacidad de convicción que tienen para sus allegados directos.
Tal es el caso de Lin Jarvis –Mánager Deportivo de Yamaha- quien ha sido capaz de decir públicamente que el peligro que supone Marc Márquez es un asunto a resolver para el futuro y el bien de nuestro deporte.
La mentira supera el miedo, si es que alguna vez lo tuvo.