El debate está abierto, bueno, en realidad lo estuvo desde el día antes de que la final de la NBA diera comienzo. ¿Es suficiente el fichaje de Gasol para que los Lakers logren el anillo de campeones? Si hay una palabra que ha acompañado a Pau durante los días que hemos estado en EE UU, ésa es "soft" (blando). Tanto, que el español a punto estuvo de perder la paciencia al ser preguntado al respecto en más de una rueda de prensa. Un día después del batacazo en el sexto partido, a 4.100 kilómetros de la celebración celtic por las calles de Boston, la prensa angelina carga de nuevo. Elige a Andrew Bynum (lesionado en la rodilla) para garantizar la "agresividad" que el propio Phil Jackson echa en falta en el equipo.
Juego interior.
En algunos medios, como Los Angeles Times, se llega a afirmar que los Lakers fueron "tremendamente débiles en el juego interior, donde el esbelto Gasol fue barrido a lo largo de la serie final". Jackson apuntó en la conferencia posterior al sexto encuentro: "Nos han machacado. Garnett pasó por encima de Pau en el poste. Si queremos volver a disputar la final tendremos que fichar jugadores que nos ayuden a tener agresividad". Y más aún: en uno de los programas de KCAL 9, emisora volcada con los Lakers, uno de los oyentes dijo haberse hecho con los derechos del dominio de Internet
www.tradepaugasol.com (traspasa a Pau Gasol). ¿Tanto han cambiado las cosas en Los Ángeles en apenas unas semanas?
Cuando Pau llegó al equipo el 1 de febrero procedente de los Grizzlies su fichaje fue calificado como de "donación" por Kobe Bryant. Era un regalo caído del cielo. Ahora, los seguidores y analistas especializados en la actualidad de los Lakers miran con lupa lo que hace el ala-pívot de Sant Boi. Pero no del todo. Si tomamos como baremo las estadísticas individuales, comprobamos que Pau ha anotado menos en la final que durante la temporada regular (14,7 puntos por 18,9), pero ha reboteado más (10,2 capturas por 8,4).
Más kilos.
¿Cómo se mide la agresividad en el juego interior? Según los periodistas californianos, mediante las 35 libras de peso (15 kilos) en que aventaja Bynum (285 libras) a Gasol (250). Pau no fue nunca un center nato, sino que comenzó jugando de alero alto (qué lejos quedan aquellos triples y contraataques de sus primeros días en el Palau...) y derivó luego al puesto de ala-pívot. La temporada que viene habrá que ver cómo reparte Phil Jackson los minutos entre sus pívots, aunque podría haber novedades en el roster interior.
Incluso Lamar Odom, excelente en el arranque de los playoffs por el título, podría dejar de ser intocable. Al neoyorquino le queda una temporada de contrato, a razón de 14,1 millones de dólares. Él tampoco ha brillado en las finales, pero la palabra "soft" no le acompaña día y noche como le ocurre a Pau, que no ha cambiado un ápice su estilo desde que lo ficharon. Pedirle que juegue a lo Garnett es como pedirle a Fred Astaire que en lugar de bailar claqué se rompiera frente a Ginger Rogers haciendo break.