Los Lakers prefieren olvidar lo sucedido en el cuarto partido (desperdicieron 24 puntos de ventaja para acabar perdiendo el partido) y centrarse en el quinto (madrugada del domingo al lunes, 03.00 h., 'on line' em MARCA.com), en el intento por confirmar que esta serie no tiene parangón.
Si nadie había resucitado después del primer cuarto tras encontrarse 24 puntos abajo (y 20 en el tercer periodo), Kobe, Pau Gasol y compañía se han conjurado para, al menos, regresar a Boston y resolver la eliminatoria y el título abordando lo nunca visto: superar un déficit de 3-1. Suena a magia. La que desbordaba un Earvin Johnson que vendría bien para obrar el milagro amarillo.
En la NBA nadie ha superado en unas Finales un hándicap de 3-1. A lo máximo que llegó un equipo en una situación parecida fueron los mismos Lakers en el 66 y de eso hace 42 años. Entre Jerry West y Elgin Baylor, las estrellas de entonces, forzaron el séptimo encuentro, pero, para no perder la costumbre, perdieron en el Garden de Boston.
La situación de los Celtics es por tanto envidiable. Y no saben perder si tienen el anillo al alcance. En seis de sus 16 títulos anteriores, llegaron al quinto encuentro d ela final con una ventaja como la que manejan actualmente. Jamás se les escapó el campeonato.