Elon Musk, ha vuelto a sorprender al mundo con un nuevo proyecto que pretende “convertir a la humanidad en una especia multi-planetaria”. “Un millón de seres humanos podría vivir en Marte en torno al 2.060”,
Para conseguir llevar hasta cien pasajeros por viaje a Marte, SpaceX ha diseñado el sistema de transporte interplanetario (ITS en sus siglas en inglés). El ITS cuenta con dos elementos esenciales en su arquitectura: un cohete lanzador y una nave espacial. El cohete y la nave espacial se lanzan de manera conjunta. La estructura formada por los dos dispositivos alcanza los 122 metros de altura. Una vez la nave espacial alcanza la órbita de estacionamiento, el cohete lanzador se separa de ella para regresar a la tierra. Tras aterrizar de manera vertical en la superficie terrestre, al cohete lanzador se le acopla una nueva nave (cargada con combustible) que será transportada hasta la nave espacial para repostarla. Tras el repostaje en órbita la nave de carga regresa –ya vacía- a tierra y la nave espacial comienza su viaje al planeta rojo.
El cohete lanzador dispone de 42 motores raptor, capaces de superar las 13.000 toneladas de empuje. Los 77,5 metros de altura y 12 metros de diámetro del vehículo pueden albergar hasta 6.700 toneladas de combustible. Lo más interesante del artilugio es su capacidad de reutilización; hasta 1.000 veces podría ser utilizado, ha comentado Musk durante la presentación del proyecto. A diferencia del Falcon 9, que utiliza keroseno, el nuevo cohete utilizará metano y oxígeno como combustibles. Musk ha asegurado que “podrían perderse varios motores durante el despegue o el vuelo, y la misión continuaría de manera segura”.
La nave espacial es la joya de la corona del ambicioso plan de la empresa norteamericana. Al contrario que el cohete lanzador que la llevará a la órbita de estacionamiento, la nave espacial del ITS posee una capacidad de reutilización limitada; su vida activa es de tan solo 12 viajes. Una vez en el espacio, la nave desplegará un sistema de paneles solares que permitirán generar hasta 200 kW de electricidad. Gracias a esta energía, los pasajeros podrán disfrutar de diferentes actividades y entretenimiento a bordo, en un viaje que durará en torno a los 80 días –las estimaciones más positivas- hasta Marte. El vehículo interplanetario está equipado con nueve motores raptor, los cuales utilizan –al igual que el cohete lanzador- metano como combustible. La decisión de usar este hidrocarburo está relacionada con la posibilidad de explotar este recurso en el planeta rojo y utilizarlo en el viaje de vuelta.
El multimillonario norteamericano no ha escatimado en datos grandilocuentes durante el evento en Guadalajara: “un ticket para ir a Marte podría costar 100.000 $”, “el viaje se podría llevar a cabo en unos diez años” o “entre 40 y 100 años podríamos tener una civilización autosuficiente en Marte” son algunas de las citas que han levantado más expectación entre los asistentes a la conferencia del magnate.
Ciudades autosuficientes en Marte
El sistema de transporte interplanetario de SpaceX parece ser la primera fase de un proyecto mucho mayor: crear ciudades autosuficientes en el planeta rojo. Para ello el CEO de Tesla pretende utilizar tecnologías de utilización de recursos in situ (ISRU en sus siglas en inglés). El plan de explotar el metano en el planeta más cercano a la tierra demuestra la apuesta de Musk por esta visión colonizadora, sin embargo el ingeniero no ofreció ningún otro dato sobre cómo conseguir otros recursos esenciales para el ser humano.
Como no tenemos bastantes problemas en este planeta y los que hay los "solucionamos", vamos a intentar ir a otros a ver si tenemos mas suerte. La tecnología es fantástica, pero resolvamos las condiciones de nuestra querida tierra para ir a buscar nuevos objetivos.
Saludos
La Vanguardia