La industria cultural maneja datos poco fiables sobre el impacto de la piratería en la economía:
La piratería no es cuantificable. Esa es la conclusión a la que han llegado los funcionarios norteamericanos de la Oficina de Contabilidad Gubernamental (GAO) que, durante un año, han estudiado y cuantificado el impacto de la piratería en Internet y en la industria cinematográfica y musical.
El informe, de 32 páginas, reconoce que los datos que maneja la industria no son fiables, puesto que “es difícil, si no imposible cuantificar los impactos (de la piratería) en la economía global”, debido a ciertas limitaciones. Por tanto, los datos de que disponen las diversas organizaciones nacionales e internacionales (como BSA, IFPI, Promusicae o Adese) para cuantificar las pérdidas por efecto de la piratería en la industria cultural, son más que discutibles.
Del mismo modo, la GAO asegura que si bien “la piratería lastra la economía de Estados Unidos y disminuye los ingresos fiscales, los datos utilizados para cuantificarla no son fiables debido a la naturaleza ilícita de la falsificación”.
A pesar de que, en algunos casos, este fenómeno supone una amenaza para la seguridad nacional y la salud pública, no está tan claro que la “piratería” digital se traduzca en pérdidas millonarias así como en despidos masivos.
Algunos expertos consideran que las falsificaciones conllevan efectos económicos positivos (a pesar de que es casi imposible cuantificar su impacto en la economía), puesto que “el consumidor puede utilizar productos piratas antes de comprar las copias legales”.
Además, el hecho de realizar descargas o adquirir falsificaciones, deja más dinero disponible a los consumidores, que luego gastarán en otros sectores de la economía, por lo que las pérdidas no son tales, sino que el dinero se redistribuye en otras áreas.