El retorno de la apuesta por una parte de la TDT española de pago
Han vuelto las voces de algunos protagonistas de nuestro sector a favor de que la TDT nacional incluya un paquete de pago para hacer viable su modelo de negocio.
Recientemente, José Manuel Lara, presidente de Antena 3 (y, recordemos, antiguo director general de la fallida plataforma de TDT de pago Quiero TV), se ha mostrado a favor de este modelo como mecanismo para que los radiodifusores encuentren más rentabilidad y nuevas fuentes de ingreso.
De hecho, la viabilidad técnica de esta fórmula ya ha sido probada a través de varios ensayos piloto.
Otro de los protagonistas del mundo televisivo, José Miguel Contreras, consejero delegado de laSexta, ha urgido al Gobierno impulsar, con el consenso de las diferentes fuerzas políticas, una regulación de la TDT, que abra la puerta, entre otros aspectos, a un modelo de TV de pago.
Según él, la modalidad de pago en la TDT es "posible, sencillísima y permite la posibilidad de que no toda la presión del mercado publicitario vaya a un innumerable cúmulo de canales". De este modo, el directivo cree que el modelo actual, con 48 canales en abierto, provocaría una "ruina económica" de las cadenas y, por otro lado, haría que las productoras americanas se hicieran con este mercado.
Por ello, ha apostado por una TDT de pago que permita "financiar productos de alta calidad, que tienen muy difícil ubicación en el mercado en abierto, como el cine o los espectáculos deportivos".
Por otro lado, hace un año, nació Dahlia TV, una nueva plataforma española –impulsada por el ex directivo del cableoeprador Ono Fernando Ojeda- que apuesta por la creación de un paquete de contenidos de pago en la TDT, consistente en cine, deportes y documentales, en principio, de alta calidad, que serían distribuidos por los propios radiodifusores a un precio de diez euros mensuales.
Haría falta un descodificador con ranura de tarjeta y una tarjeta de prepago para que el usuario vaya pagando por aquellos contenidos que consuma.
Contenidos de pago en la TDT podrían hacer que la calidad de los canales mejorara.
Pero nacionales, públicos y privados y los autonómicos y locales públicos tendrían que seguir siendo gratuitos, precisamente por su carácter público (los primeros) y de concesión pública (los segundos).
También hubiese sido una buena idea impulsar la Alta Definición en la TDT para darle ese valor añadido que le falta, ya que, de momento, a casi nadie parece interesarle la interactividad...
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