Corbacho defiende la "salud de hierro" de las pensiones

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El ministro de Trabajo entra con tres días de retraso en el debate sobre la reforma de la Seguridad Social lanzada el viernes por Zapatero.

El gran ausente en el debate sobre la reforma de las pensiones dio ayer la cara, dos días después de que la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega presentase en el Consejo de Ministros la propuesta de La Moncloa. En un pequeño encuentro con el grupo de Mayores del PSOE, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, pidió «menos críticas y más aportaciones» al resto de partidos políticos para sacar adelante los cambios del sistema de protección.

Entre las medidas más polémicas, el Gobierno plantea retrasar –de forma progresiva– dos años la edad de jubilación, desde los 65 años actuales a los 67. En junio de 2009, Corbacho argumentaba que «sería enormemente injusto ampliar por ley la edad de jubilación». Medio año después, el ministro cree que el «debate empieza ahora» tomando como base el documento propuesto por el Gobierno.

La reforma más importante del mercado laboral anunciada por el Ejecutivo en esta legislatura ha dejado en un segundo plano al responsable de la Seguridad Social. El documento fue filtrado directamente por el departamento de comunicación de La Moncloa a El País, saltándose los mecanismos del Pacto de Toledo. Y después, fue ratificado el viernes en el Consejo de Ministros con la destacable ausencia de Corbacho, anfitrión en Barcelona de una cumbre europea de empleo. Un síntoma de que la reforma se ha cocinado en los despachos de La Moncloa y de la vicepresidencia económica de Elena Salgado.

Después del vendaval de críticas recibidas, Corbacho se propone «orientar el debate» en la comisión parlamanetaria del Pacto de Toledo. Y pidió calma, porque, en su opinión, el sistema de la Seguridad Social posee «una salud de hierro» y un superávit «magnífico» que permite debatir con tiempo cualquier medida.

Corbacho aseveró que busca un sistema justo y equitativo y que, por tanto, «se deberá tomar en consideración» si el trabajador ha estado «dando clase o subido a un andamio» a la hora de prolongar la vida laboral.

Respecto a las prejubilaciones, el ministro admitió que el Gobierno no las va a impedir y que en algunos casos pueden ser la «solución a un problema». No obstante, ha apostado por que las empresas en beneficios que adopten esta vía para hacer un «ajuste económico» paguen «hasta el último céntimo» hasta que las personas afectadas entren en edad de jubilación.

Blanco
Por su parte, el ministro de Fomento, José Blanco, criticó también ayer el aumento de las prejubilaciones «cada vez más tempranas». En su opinión, «seguir enviando al retiro a trabajadores de poco más de 50 años está fuera de la realidad y fuera del sentido común, salvo circunstancias muy excepcionales».
Ambos ministros se suman a la defensa de la reforma después de que el presidente José Luis Rodríguez Zapatero la apoyara en el seno del partido el sábado pasado.

Rajoy ataca el «déficit de credibilidad»El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, cargó ayer contra el «problema más importante» del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que, en su opinión, es «un déficit de credibilidad insuperable».

El líder popular criticó que el presidente del Ejecutivo se dedique a «hacer anuncios, sin hablar, sin dialogar, sin pactar, y sobre todo sin tener un plan». «Hablemos en serio, la clave, o por lo menos la clave más importante, para un buen sistema de pensiones es vivir en un país donde haya trabajo, los pensionistas cobran porque hay gente cotizando y los pensionistas hace unos años cotizaban y pagaban las pensiones de otros», aclaró Rajoy. El PP sostiene que la mala política del Gobierno ha contribuído a eliminar 1,2 millones de trabajadores cotizantes.

CLAVES
1. Retraso edad. La medida que más polémica ha suscitado de la propuesta del Gobierno es la intención de retrasar desde los 65 años hasta los 67 la edad oficial de jubilación.

2. Más cotización. El Gobierno también propone ampliar la parte del salario que cotiza a la Seguridad Social en cada una de las categorías para igualar el esfuerzo a la pensión.

3. El complemento. El Ejecutivo plantea que quienes trabajen después de los 65 años puedan hacer uso del plan privado de pensiones. La retirada sería paulatina en salario y jornada.

4. Viudedad. El documento de La Moncloa considera que hay que corregir los casos de sobreprotección y, por el contrario, mejorar las rentas mínimas.