eleconomista.- El mismo día que Zapatero presumía de los primeros datos positivos de la economía española, bajo el epígrafe 'Datos, no rumores', el Gobierno recibía un alarmado aviso de los grandes líderes europeos, con Merkel y Sarkozy a la cabeza. Conozca respuesta masiva de los usuarios de ElEconomista.es a la encuesta sobre la necesidad de una manifestación contra los líderes políticos. Vote aquí.
El pasado viernes, los servicios de prensa de Moncloa repartían un documento titulado "Datos, no rumores", en el que, al hilo del fin de la recesión ?la economía española creció un 0,1% en el primer trimestre, después de nueve trimestres de contracción-, enumeraba una serie de indicadores que sugerían que lo peor de la crisis ha pasado ya, al menos en términos macroeconómicos (el paro, exorbitante, lastra el escenario, evidentemente): la producción industrial creció en marzo por primera vez en 22 meses; la recaudación tributaria creció asimismo en el primer trimestre, por primera vez en dos años, las exportaciones crecieron un 14,8% en febrero, el comercio minorista creció en marzo por primera vez desde noviembre de 2007, en el primer trimestre se incrementó el consumo de energía eléctrica y de gas?
Zapatero bajo el aviso de Europa
Sin embargo, ese mismo día, el Gobierno recibía un alarmado aviso de los grandes líderes europeos, con Merkel y Sarkozy a la cabeza, que apoyaban la tesis de los ministros de Finanzas del Eurogrupo que piensa que España tiene que llevar a cabo inmediatamente un ajuste más ambicioso y perceptible para tranquilizar a los mercados, salir al paso de las críticas y prevenir contingencias adversas. No en vano prácticamente todos los organismos internacionales, incluida la Comisión Europea, niegan que España pueda crecer el año próximo al 1,8%, que es la previsión española, de la que depende lógicamente la capacidad de contener el déficit público.
Entre tanto, el hundimiento de la bolsa
Mientras tanto, en España la crisis provocaba la mayor caída semanal desde el hundimiento de Lehman Brothers ?el 14%- y el ambiente político se crispaba. Tras la entrevista fallida entre Zapatero y Rajoy del miércoles, el líder de la oposición se ofrecía, en la propia sala de prensa de Moncloa, como alternativa de gobierno. Y el viernes, Duran i Lleida lanzaba una andanada contra el Ejecutivo: en su carta semanal a la militancia del CDC, sugería la formación de un gobierno de concentración ?no lo concretaba pero se entendía que estaba sugiriendo una coalición PSOE-PP-CiU- que gestionara la crisis y convocara elecciones anticipadas.
Las relevantes declaraciones de Mas
CiU está dolida, además, por la negativa de Zapatero de salir en socorro del Estatut, amenazado de mutilación por el Tribunal Constitucional. Y de ahí la creciente irritación de este partido, cuyo líder se pronuncia hoy en términos durísimos contra Zapatero en una larga entrevista en La Vanguardia. "Zapatero está acabado y debe ser sustituido", titula el periódico su pieza periodística, en la que Artur Mas se manifiesta contundente: "Duran ha dicho en voz alta lo que la mayoría de la sociedad piensa. Zapatero ha perdido toda credibilidad. Su crédito se ha acabado y no hay indicios de que pueda recuperarlo. Por consiguiente, lo más sensato sería adelantar las elecciones. Zapatero está amortizado y debería ser sustituido; sustituido por alguien del PSOE para después ir a elecciones?". La entrevista es jugosa y ofrece otras opiniones expresivas: "CiU no apoyará una moción de censura encabezada por Rajoy"; "El anticipo electoral en Catalunya ayudaría a salvar el Estatut?".
La opinión de la crisis del PSOE entre sus filas
La idea de que Rodríguez Zapatero debería ceder el puesto a otro miembro de su partido para dar un oportuno golpe de timón ha ido cobrando cuerpo en medios opositores, e incluso se han barajado nombres al calor de tal posibilidad: Rubalcaba, Blanco e incluso Almunia. Pero es ocioso decir que tal idea no pasa por la mente de Rodríguez Zapatero ni por el aparato socialista. Hoy mismo, Leire Pajín niega con contundencia en otra entrevista que el partido socialista esté pensando en un adelanto electoral, e incluso insinúa que Zapatero será el candidato del PSOE para las próximas elecciones generales.
Moncloa debe ser consciente de la tormenta porque Rodríguez Zapatero, que el miércoles tenía previsto hablar de Afganistán en el Parlamento, ha cambiado el temario y se referirá a la crisis económica. Al parecer, presentará un proyecto de ajuste con las medidas que serán incorporadas a los presupuestos generales del Estado para 2011; unos presupuestos que deberán ajustarse con crudeza a la envergadura de la crisis y darán la medida de los apoyos con que cuenta el Gobierno.
No cabe duda de que la comparecencia del miércoles, encaminada a "calmar a los mercados" según fuentes gubernamentales, será trascendente. Zapatero ya avisado en todo caso de que pretende seguir conciliando el ajuste con el crecimiento y con el gasto social. Quizá esta pretensión, que roza el equilibrio inestable, sea algo así como la cuadratura del círculo.
« Última modificación: 09/05/2010, 17:47 por duke »
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