Pocos cambios en la tendencia de la cotización del Banco Espirito Santo (BES), que sigue anotándose importantes descensos por cuarta jornada consecutiva. Las acciones de la entidad lusa caen más del 10% se mueven sobre los 0,5 euros, desde los 0,615 euros a los que cerraron ayer y lejos de los 1,10 euros que valían hace un mes. Además, las acciones de ESFG, principal accionista de BES, han sido suspendidas de cotización.
Según ha informado la entidad a la Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios (CMVM) de Portugal, el regulador de la bolsa portuguesa, los títulos de Espirito Santo Financial Group (ESFG) han sido suspendidos a petición de la compañía en la Bolsa de Lisboa cuando registraban una caída superior al 8%.
"Debido a las actuales dificultades materiales de su mayor accionista, Espírito Santo International (ESI) y la exposición de ESFG a esa compañía, ESFG ha decidido suspender sus acciones y bonos cotizados, incluyendo el bono emitido por su filial Espírito Santo Financière (ESFIL)", indica la CMVM en su comunicado.
Los problemasDetrás de este desplome se encuentran las noticias sobre Espirito Santo International (ESI), el holding de la familia Espirito Santo radicado en Luxemburgo, que ha retrasado los pagos a sus clientes después de que una auditoría encargada por el Banco de Portugal encontrara irregularidades materiales y avisara de que se encontraba en una "situación financiera grave".
La prensa lusa especula con una extensión de los vencimientos o incluso una permuta de deuda por capital, mientras las autoridades luxemburguesas ya anunciaron el mes pasado que iban a investigar a ESI, holding que posee el 25% de BES a través de Espirito Santo Financial Group (ESFG).
De hecho, la noticia que hoy publica el rotativo portugués Diario Económico apunta a la posibilidad de que ESI solicite protección frente a sus acreedores declarando una suspensión de pagos que le permita avanzar en el plan de reestructuración de su deuda.
Las dudas se están dejando notar en las acciones, ya que los inversores temen que pueda afectar a la base de capital de la entidad. "Existe el riesgo de que tenedores de deuda descontentos reclamen al banco y/o a otras partes del grupo Espirito Santo, incluso aunque el grupo alegue que el banco está protegido de los problemas del holding", indican a Bloomberg analistas de Bank of America.
En este punto, el mercado se pregunta si el Gobierno portugués se verá forzado a intervenir en BES, el único de los grandes bancos en Portugal que no ha necesitado ayudas estatales durante la crisis, justo ahora que el país ha abandonado el programa de rescate de la troika.
Así, pese a que tanto el Ejecutivo luso como el banco central del país han salido el paso afirmando que la entidad "está aislada adecuadamente", los expertos se preguntan si costará dinero público para "evitar repercusiones sistémicas".
De hecho, la incertidumbre respecto a la deuda de ESI y sus implicaciones para Espirito Santo están repercutiendo sobre el coste de la deuda lusa, que hoy repunta alrededor del 4% y se sitúa en los 263 puntos básicos.
Fuente: elEconomista