Sabadell, Terrassa y Manlleu encienden la mecha de las fusiones en Cataluña

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La unión de las tres entidades dará lugar a la tercera caja catalana y la duodécima del ránking por activos. Tras los movimientos en Andalucía, se anima el baile de fusiones.

No pasaron ni 24 horas desde el visto bueno a la operación a tres bandas entre las cajas andaluzas Unicaja, CajaSur y Caja Jaén. Ayer los consejos de administración de Caixa Sabadell, Caixa Terrassa y Caixa Manlleu dieron luz verde al inicio del proceso de fusión, que dará lugar a la tercera catalana y la douodécima española por volumen de activos gestionados.

Las tres cajas fueron las primeras españolas en anunciar su unión al Banco de España (ver EXPANSIÓN del 30 de junio), justo tres días después de la aprobación del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob).
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La reunión de los tres máximos órganos de gobierno de las cajas se celebraron ayer por la tarde de forma simultánea en sus respectivas sedes históricas en las ciudades de Sabadell, Terrassa y Manlleu. Habían sido convocados con apenas veinticuatro horas de antelación por los equipos directivos de las tres entidades.

Los directores generales, Jordi Mestre (Sabadell), Enric Mata (Terrassa) y Dídac Herrero (Manlleu) presentaron los planes de fusión y los detalles de la integración a sus respectivos consejos.

Banco de España
El Banco de España todavía no ha emitido su opinión oficial sobre la fusión, aunque, según las tres cajas, el proyecto «ha sido valorado muy positivamente por la Generalitat, el Banco de España y la Ceca, que lo consideran un proyecto de referencia en el proceso de reordenación del sistema financiero español».
El Banco de España no tiene previsto pronunciarse oficialmente sobre la fusión hasta septiembre, según fuentes cercanas a la operación.

Tras la luz verde de ayer del consejo, el siguiente trámite será iniciar la fase de integración e implementación del proyecto, a través de comisiones mixtas, que abordarán los diferentes ámbitos de gestión relativos a la red de oficinas, personal, plataforma tecnológica, actividad aseguradora, compañías filiales y servicios personalizados, explicaron ayer las cajas. Esta fase concluirá en septiembre y, posteriormente, el resultado volverá a trasladarse a los consejos y a las asambleas generales.

Estas tres cajas tienen previsto pedir fondos del Frob hasta 300 millones de euros para acometer el plan de reestructuración, que comportará el cierre de 150 oficinas, de un total de 762 sucursales, y la reducción de cerca de 400 empleos. La única salvedad que podría acabar imponiendo el regulador se refiere al tamaño de la entidad resultante, ya que las tres cajas suman unos activos de 26.806 millones de euros, lejos de la dimensión considerada ideal por el Banco de España, que se sitúa alrededor de unos 50.000 millones de euros.

Fuentes del sector explicaban ayer que a la denominada Unió de Caixes Catalanes (UCC) «le faltan 30.000 millones de euros de activos». Si se sumaran Caixa Manresa y Caixa Laietana, la nueva entidad alcanzaría 42.000 millones de euros de activos. Por ello, los impulsores de la fusión a tres bandas mantienen la puerta abierta al resto de las cajas catalanas, con excepción de La Caixa y Caixa Catalunya, que son la primera caja y la quinta caja españolas, respectivamente.

Estructura
El director general de la nueva caja será Enric Mata –director general de Caixa Terrassa– y como presidente se perfila, Salvador Soley, presidente de Caixa Sabadell. Mestre y Herrero serán los directores generales adjuntos.
Dentro de un año y medio, cuando se jubile Mata, Mestre le relevará en el cargo.

Está previsto que se mantengan las marcas de las tres cajas en sus territorios de influencia y, en el resto, se use la denominación de UCC. El objetivo es crear unos consejos territoriales para la Obra Social. El proceso de integración se llevará a cabo durante los dos próximos años y culminará en 2011, cuando la nueva entidad empiece a anotarse los resultados de las sinergías fruto de la fusión.

Los expertos del sector financiero coinciden en que el número de cajas se reducirá desde las 45 entidades existentes, a menos de la mitad en los próximos meses.

A por la unión de las tres cajas públicas
La siguiente fusión en ver la luz en Cataluña podría ser la de las tres cajas públicas: Caixa Catalunya, Caixa Girona y Caixa Tarragona. A favor de esta operación juega el hecho de que las tres entidades están controladas por las diputaciones, lo que facilita el entendimiento político.

El principal escollo reside en que Girona y Tarragona ven con reticencia el hecho de verse absorbidas por una caja más grande y con sede en Barcelona por la pérdida de poder territorial. La operación podría salvarse si Barcelona se sacrifica y acepta que la sede y la Obra Social se reparta con Girona y Tarragona. Otro de los problemas es ver quién presidiría la nueva entidad y si sería Narcís Serra.