Celestino Corbacho, ministro de Trabajo

gaceta.“Me como el marrón del desempleo, pero yo no he producido este paro”
Fue peón de albañil antes que ministro. Y emigrante charne­go. Y alcalde de L’Hospitalet y, también, presidente de la Diputación de Barcelo­na. Nadie le puede echar en cara que vea los toros desde la barrera.
Fue peón de albañil antes que ministro. Y emigrante charne­go. Y alcalde de L’Hospitalet y, también, presidente de la Diputación de Barcelo­na. Nadie le puede echar en cara que vea los toros desde la barrera. Pero le toca bai­lar con la más fea. Aunque la Encuesta de Población Activa (EPA) de hoy estabiliza algo las cifras, el desempleo es su pesadilla. Y, sobre todo, la de más de cuatro millones de españoles.

-¿No le pesa el marrón de más de cuatro millo­nes de parados?
-Me lo como, pero yo no he producido ese paro.

-¿España será la últi­ma en salir?
-Por un problema endógeno: la crisis del ladrillo.

-¿Tiene parientes sin tra­bajo?
-Una sobrina.

-¿Y qué le dice a usted?
-Nada. No quiere privilegios.

-A un amigo se le acaba el subsidio, ¿qué le diría?
-Que acuda a su comunidad autónoma.

-Suena frío.
-Sé que es un drama.

-¿Le quita el sueño?
-No. Pero al despertar trato de poner cara a los parados.

-Fue peón antes que ministro...
-De albañil, a los 14 años.

-Y emigrante...
-Llegué en tren de Badajoz a Barcelona.

-Una eternidad.
-24 horas. Era el año 64.

-¿Con una mano delan­te y otras detrás?
-Con 600 pesetas.

-¿Pudo comprarse una casa?
-En 1976, a los 27 años.

-¿Cuánto le costó?
-1.250.000 pesetas e hipoteca a 11 años.

-¿Es el trabajo un castigo?
-No. Duro quizá, pero satisfacto­rio.

-¿Ejemplo?
-Mejorar urbanística­mente una ciudad.

-¿Lo mejor de su paso por la alcaldía?
-La cercanía de la gente.

-¿Mejor que ministro?
-No. Aquella es una etapa pasada.

-¿Es Solchaga un soberbio?
-Dice lo que piensa y eso está bien.

-¿Pero tiene razón?
-Él cree que la tiene.

-¿Pero la tiene?
-Creo que no.

-¿Por?
-El presidente tiene que estar en primera línea.

-¿Qué quiere ser después?
-Ex ministro. Quiero recupe­rar el tiempo.

-Un líder social.
-La madre Teresa de Calcu­ta.

-¿En qué se diferencia un cayuco de una patera?
-No lo sé.

-Es ministro de Inmigra­ción...
-Sé que los inmigrantes son víctimas de un sueño falso.

-¿Qué les diría?
-Que no se crean lo que dicen las mafias.