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La Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas) cree que habría que introducir reformas en los mecanismos institucionales de funcionamiento del mercado inmobiliario que permitan "flexibilizar" su funcionamiento e impulsen el alquiler de viviendas.
Según el estudio publicado en el último número de su revista Panorama Social, Funcas señala que las familias españolas tienen el 75% de su patrimonio invertido en vivienda en propiedad, lo que supone una conducta contraria a la "prudencia" financiera que aboga por la "diversificación y distribución" de los riesgos, con el fin de evitar una concentración excesiva de capital en un activo.
La entidad constata que la estrategia financiera de los hogares españoles entre 1994 y 2007, basada en volcar su patrimonio en la compra de viviendas no ha sido "prudente" ni "adecuada", y propone "flexibilizar" el funcionamiento del mercado del alquiler para aumentar su peso.
En 2007 ocho de cada diez euros del patrimonio de las familias españolas estaban invertidos en vivienda, y más de ocho de cada diez viviendas estaban ocupadas en régimen de propiedad, lo que representa el 86% frente a la media de 67% en la Europa de los 27.
El estudio pone de manifiesto que la estrategia financiera de las familias españolas con respecto a su patrimonio no parece la más adecuada, ya que supone una elevada concentración de riesgos y no es la más rentable: en el período comprendido entre 1994 y 2007 la inversión en vivienda en España sufrió una revalorización del 246%, aunque la inversión en acciones y participaciones resultó el doble de rentable en el mismo período, con una revalorización del 579%.
Las acciones rentan el doble
Al mismo tiempo, el estudio explica que la inversión en vivienda entre 1994 y 2007 ofreció una revalorización considerablemente inferior a la obtenida por las acciones y otras participaciones, con lo que no habría sido tan rentable como se venía pensando.
Dos hogares que hayan partido de un patrimonio igual en 1994 y lo hayan invertido, el primero en vivienda y el otro en acciones, el segundo habría podido optar a la adquisición de una vivienda similar a la del otro hogar y disponer, además, de activos financieros por un importe superior al valor de la vivienda con la revalorización media obtenida en 2007.
La Fundación de Cajas considera que el aumento de la tenencia en propiedad de la vivienda se debe a aspectos institucionales, como los desincentivos en la regulación de los contratos, los periodos mínimos de contratación, la congelación en el importe de los arrendamientos o la falta de seguridad jurídica, que han provocado recelos en los arrendatarios.
Ello ha supuesto la exigencia de mayores garantías por parte de los propietarios o el incremento de los precios, "todo lo cual tiene efectos indeseables en el aumento de los alquileres y la consiguiente reducción de la demanda".
A la vista de estas conclusiones, Funcas indica que si se quiere impulsar el arrendamiento como fórmula de tenencia, favoreciendo de paso la movilidad de la población, y rebajando la elevada concentración del patrimonio familiar en bienes inmobiliarios, será necesario introducir reformas en los mecanismos institucionales de funcionamiento del mercado de la vivienda que permitan "flexibilizar" su funcionamiento.