Las grandes petroleras hacen caja

EL CRUDO HA CAÍDO UN 40% EN UN AÑO; LA GASOLINA, UN 15%
El Brent ha caído un 40% interanual; la gasolina un 15% y el gasoil un 39%
La crisis económica ha lastrado el precio del Brent, el tipo de petróleo que se utiliza como referencia en Europa, un 40% en los últimos 12 meses. No es que ahora esté en su cota más baja, ni mucho menos (hoy cada barril cuesta 74 dólares, cuando en enero llegó a costar menos de 40), pero sí cotiza con un descuento considerable respecto al precio de hace justo un año (123,10 dólares).

Sin embargo, en el caso de la gasolina la caída no ha sido tan acusada en el mismo periodo de tiempo, pese a que la referencia, impuestos y tipo de cambio aparte, debiera ser siempre la cotización del petróleo. En los últimos 12 meses la gasolina 95 ha caído sólo un 15%, hasta los 1,047 euros que vale de media cada litro en España. Por su parte, el gasoil sí se acerca más a la caída del crudo, ya que su precio -0,93 euros por cada litro- ha bajado un 39% respecto a la misma semana de hace un año.

La escasa correlación entre el precio de referencia del petróleo y el de los carburantes mantiene en pie de guerra a las asociaciones de consumidores, que acusan a las grandes petroleras de no trasladar las caídas del precio de la materia prima al de los combustibles, como ha ocurrido en el último año.

En su defensa, las petroleras alegan que sobre el precio que marcan los surtidores influyen otros muchos factores además del coste del crudo. Por ejemplo los impuestos que fija el Estado, y que en junio aumentaron en 2,9 céntimos por cada litro de gasolina y diésel. También influye la cotización del dólar, moneda en la que se negocia el crudo en los mercados internacionales.

Con un dólar débil, el impacto de una subida en el precio del petróleo queda absorbido en parte por la fortaleza del euro. Si es la moneda europea la que está débil, la subida del petróleo se notará mucho más en los bolsillos de los conductores.

Además, las gasolineras explican también que las compras de combustible no se hacen directamente sobre el mercado de futuros en el que cotiza el crudo, sino que se compran sobre otras referencias que gravan un poco más el precio final.

En cualquier caso, las distorsiones en los precios también han llegado a beneficiar a los consumidores en algunos casos. Si se tiene en cuenta la variación en lo que va de año, las cuentas salen a favor de los conductores. Actualmente el precio de los carburantes está cerca de sus máximos del año y se ha encarecido un 20,3% en el caso de la gasolina y un 12,5% en el gasoil. Por su parte, el Brent suma una revalorización desde el 1 de enero del 83,4%.

Además, las perspectivas de una recuperación económica hacen ver a los analistas que la tendencia del petróleo seguirá siendo al alza en los próximos meses: es decir, llenar el depósito será previsiblemente más caro a la vuelta del verano.
Un sector concentrado

Los consumidores también achacan las subidas de los carburantes a las características del sector en España, que está lejos de lograr la competencia deseada. Antes al contrario, los tres mayores distribuidores (Repsol, Cepsa y BP, por este orden) acaparan el 63% del negocio en España y los mayoristas (entre los que se encuentran estas tres compañías) tienen 7.496 estaciones de servicio de las 9.046 que se levantan actualmente sobre las carreteras españolas.

Estos tres gigantes del sector, al que hay que añadir la portuguesa Galp, con 633 gasolineras, han disparado los precios del litro de la gasolina aplicando precios casi idénticos que dificultan la competencia de otros actores del mercado, marcas blancas, cooperativas e hipermercados, principalmente.

A ello se unen las exigencias que en muchas ocasiones llevan a cabo estos grandes distribuidores a sus estaciones de servicio gestionadas por empresarios independientes. Precisamente por este motivo la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) sancionó a Repsol, Cepsa y BP con multas de hasta 7,9 millones de euros, debido a que los precios máximos y recomendados que imponen "se convierten en precios fijos, eliminando la libertad del distribuidor minorista para fijar el precio del carburante en su estación de servicio".                                                              elmundo.es