Sindicatos y patronal escenifican el diálogo social sin abordar las materias cal

cotizalia.

Objetivo cumplido. Sindicatos y patronal tienen vía libre para seguir negociando. Esto es lo único que hoy por hoy está meridianamente claro en el diálogo social. Todo lo demás son juicios de intenciones.

El nihil obstat se ha producido después de que un grupo de trabajo identificara los convenios colectivos que están sin cerrar, y cuyo desbloqueo era la condición sine qua non impuesta por los sindicatos para comenzar a discutir el llamado Acuerdo Interconfederal de Negociación Colectiva. (AINC). El estudio pormenorizado de los convenios colectivos sin cerrar a estas alturas del año ha dado resultados sorprendentes. Si en un principio se pensaba que millón y medio de trabajadores aún no habían firmado el convenio, lo cierto es que, según fuentes de la negociación, su número se reduciría a unos 480.000.

La causa de tal diferencia tiene que ver con el hecho de que la crisis se ha llevado por delante muchas empresas, lo que ha provocado que un determinado número de convenios estén ‘muertos’ y otros hayan sido absorbidos por otros de mayor rango normativo.

La conflictividad, según esas fuentes, se concentra en el sector del metal, pero muchos de los litigios están ya en vías de solución tras haber entrado en tutela judicial. En unos casos los juzgados están dando la razón a las empresas (Cataluña), mientras que en otros los representantes de los trabajadores se llevan el gato al agua (Castilla La Mancha o Madrid). En la inmensa mayoría de los litigios, el contencioso ha tenido que ver con la subida salarial pactada para este año, que muchas empresas se han negado a cumplir -son convenios de carácter plurianual- por razones económicas.

Normalidad en los convenios

La vuelta a la normalidad en la negociación colectiva se manifiesta en que, según datos oficiales, hasta el pasado mes de octubre se habían firmado 3.881 convenios que afectan a 8,38 millones de trabajadores, cuando el año pasado por estas mismas fechas se habían cerrado 3.740 convenios en representación de 8,36 millones de trabajadores, es decir, en el primer caso por debajo de los niveles actuales.

Este asunto es el que se ha cerrado, por lo que ahora CEOE, UGT y CCOO han comenzado a explorar la posibilidad de reanudar la firma de un Acuerdo de Negociación Colectiva de carácter interconfederal (en 2009 no se pudo alcanzar pacto alguno). La gran novedad es que, por primera vez, el posible acuerdo no tendrá carácter  anual, sino trianual, tal y como adelantó El Confidencial, y lo que es todavía más relevante, incluirá un posible pacto de rentas. Es decir, que se fijará –si llegan a buen puerto las negociaciones- una horquilla de subidas salariales para el próximo trienio.

Aunque lógicamente a estas alturas no está limitado el perímetro salarial, las cifras que hoy se manejan es que los sueldos suban entre 2010 y 2012 entre un 1% y 2%. Al final de ejercicio, en caso de pérdida de poder adquisitivo por la inflación, se aplicaría una cláusula automática de revisión salarial similar a la que existe en la inmensa mayoría de los convenios. Se trata de un modelo parecido, aunque no idéntico, al firmado en la Función Pública, donde los salarios subirán un 0,3% en 2010, pero con compensación económica al final del periodo.

Modelo alemán

El nuevo acuerdo interconfederal también abordará la estructura de la negociación colectiva, que hoy por hoy ni satisface a sindicatos ni a empresarios. Ni tampoco al Gobierno. Lo que quieren las centrales, entre otras cosas, es favorecer la llamada flexibilidad interna en las empresas. Y en este sentido CCOO quiere poner sobre la mesa la experiencia alemana, donde en lugar de despedir tras una caída de las ventas, muchas empresas optan por reducir la jornada y el salario del trabajador, con lo que se ahorran costes. El dinero que dejan de cobrar los empleados lo paga el Estado, que se aprovecha así de que al menos nominalmente no suben las listas de paro.

Según las fuentes consultadas, en los próximos días se reunirán las comisiones negociadoras, pero en un primer momento a nivel técnico. Hasta los primeros días de diciembre los responsables de UGT, CCOO y CEOE y Cepyme no se pondrán manos a la obra, lo que quiere decir que es muy probable que el año 2010 comience sin acuerdo interconfederal.

¿Y qué pasa con la reforma laboral? Pues que no está en el orden del día. Los contratos de trabajo y la actual regulación del mercado de trabajo sólo se discutirán una vez que se cierre el AIMC, algo que se da por seguro en círculos patronales y sindicales. De lo que se está hablando es de cerrar un ‘minirreforma laboral’ que afectaría fundamentalmente a la contratación a tiempo parcial y, probablemente, al funcionamiento de los servicios públicos de empleo, una de las obsesiones de los sindicatos, que ven con preocupación su escasa capacidad para intermediar en la contratación laboral.