Zapatero envía a la UE sus cálculos de déficit sin permiso de las CCAA

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El plan de recorte de gasto tiene lagunas que los expertos tachan de inadmisibles: no se concretan las partidas que sufrirán la tijera, se juega con las Cuentas del Estado recién aprobadas y, peor aún, el plan de reducción del déficit se ha presentado sin tener en cuenta la opinión de las comunidades autónomas y ayuntamientos, a pesar de que manejan más de la mitad del gasto público.

Pero esto sólo pasa en los papeles que el Gobierno ha presentado en España. A la hora de ir a Bruselas, los documentos cambian: en el plan que anuncie a la UE, Zapatero sí que resolverá las incógnitas.

Según confirmaron a este periódico fuentes del Ministerio de Economía, el Gobierno enviará hoy a Bruselas un documento en el que detallará cómo modularán las tres administraciones del Estado los números rojos de sus cuentas públicas.

Esos datos, sin embargo, aún no tienen el visto bueno del Consejo de Política Fiscal y Financiera, donde se supone que Zapatero debe negociar con las autonomías el plan de recorte de gasto. Así, sin saberlo los Gobiernos regionales, el presidente presentará unilateralmente sus previsiones.

Por ahora, sólo se conoce que Zapatero pretende que el déficit del Estado pase del 11,4% del PIB en 2009 al 3% en 2013, pero ha dejado en interrogación "eso sí, sólo dentro de los papeles que ha presentado en España" cuál será la evolución de los números rojos de las Administraciones Públicas (AAPP) "y por tanto de ayuntamientos y CCAA", en 2010, 2011 y 2012.

Salgado, por tanto, no ha contado ni con las autonomías ni con los consistorios para elaborar su plan. Y no es una cuestión de cortesía, porque las normas han cambiado: a ojos de Bruselas pueden ser ellas quienes figuren como culpables de saltarse los planes españoles. Así, la Ley de Economía Sostenible "que previsiblemente terminará su tramitación en julio" obligará a las CCAA que infrinjan el Plan de Estabilidad y el rigor fiscal de Bruselas a que paguen las multas. O lo que es lo mismo, el Estado les traspasará las sanciones.

Estas inconcreciones del Plan de Estabilidad son las que han provocado que muchos expertos cuestionen la viabilidad del ajuste del gasto público que pretende Salgado. Y es que las CCAA -aunque sea necesario que corten el grifo del despilfarro- serán de las más perjudicadas por el recorte de las inversiones y de las transferencias. La iniciativa de Salgado también juega en contra de las entidades locales, que han visto postergada las negociaciones de su nuevo sistema de financiación hasta 2011 por culpa de la crisis económica, que ha vaciado las arcas de los municipios.

La estrategia de Salgado
El Gobierno quiere, de esta forma, mantener la estrategia de presión a los gobiernos regionales por el abultado déficit, aunque la Administración General del Estado "que depende de Zapatero" es responsable de más de tres cuartas partes de los números rojos del pasado año.

Las CCAA tienen que hacer frente a las sanciones de la UE si incumplen el objetivo de déficit

Pero no sólo están en el aire los 10.000 millones de euros que las CCAA y los municipios tendrán que atajar. Otras partidas siguen sin estar claras. En primer lugar, el Gobierno estima que el Presupuesto de 2010 reducirá los pagos estatales en 8.000 millones de euros, a pesar de que el gasto repuntará cerca de un 15%, según las Cuentas Públicas aprobadas hace un mes.

Asimismo, el Gobierno dice que hará recortes en los gastos corrientes de los Ministerios "como papelería, dietas, transporte..." y en inversiones por una cuantía de 8.000 millones de euros, aunque no ha aclarado aún qué departamentos se verán mermados.

Sin consenso
El Gobierno ha decidido impulsar por fin el ambicioso plan de austeridad sin acuerdos previos, a pesar de que cuenta con una mayoría exigua en el Congreso de los Diputados. Tanto las fuerzas sindicales como la oposición le han dado de lado. Sólo la patronal, contra la que el Gobierno ha arremetido reiteradamente en los últimos meses parece respaldar ahora al Ejecutivo.

Incluso desde el propio Gobierno se oyen algunas quejas. Ayer mismo, el ministro de Fomento, José Blanco, afirmó: "Con el Plan me han trasladado un problema". Por su parte, Salgado recordó que si habrá que recortar casi todas las partidas porque "si no, no salen las cuentas".