El año próximo, todos los televisores de más de 22 pulgadas que se vendan en España deberán tener sintonizador de TDT en alta definición (HD), pero ésta no será la última escala en la constante renovación tecnológica
Todavía no existen fechas para que la industria y las autoridades lancen este cambio, aunque algunos estudios calculan unos 10 años. porque la tecnología ya está aquí: El 3D, la televisión en tres dimensiones sin necesidad de gafas especiales, es ya una realidad. Uno de los televisores más asombrosos que ya está en el mercado es un modelo de 42 pulgadas de Philips, que ahora se vende a un precio para pocos bolsillos: unos 8.000 euros.
Esta tele proporciona una auténtica sensación de profundidad y relieve de las imágenes 3D, pese a que se reproducen en una pantalla plana que, cuando está apagada y a simple vista, parece ser como cualquiera de las que existen en el mercado. Pero no es así.
El efecto tridimensional que percibimos en la vida real se produce porque cada uno de nuestros ojos, separados entre sí por una distancia aproximada de 6,5 centímetros, percibe lo que tienen enfrente de forma ligeramente distinta. El cerebro une las dos imágenes en una sola y crea la percepción en tres dimensiones.
De forma muy simple, se puede decir que la grabación y reproducción de las imágenes en tres dimensiones en las pantallas parte del mismo principio. El televisor en 3D de Philips lleva unas microlentes en cada uno de los puntos de la imagen y los emite hacia el receptor en ángulos diferentes, con lo que llegan al cerebro dos visiones distintas que, al unirse en el cerebro, otorgan relieve y profundidad a los objetos en movimiento.
Pese a la sencillez de los principios en 3 dimensiones, su puesta en marcha es muy compleja y hoy en día se desarrolla gracias a los microprocesadores, capaces de hacer millones de cálculos por segundo para proporcionar los datos adecuados a las pantallas. Además del proyecto de Philips, otras marcas, como Mitsubishi, también desarrollan pantallas tridimensionales que se pueden ver sin gafas especiales.
Además existen otros modelos, algunos ya comercializados, que precisan de gafas, como ocurre con las películas en 3D en los cines. Entre estas marcas están Sony, Samsung, LG y Panasonic. La industria de la reproducción de imagen se prepara para las tres dimensiones, que irá ligada a la existencia de productos audiovisuales.
Quienes elaboran contenidos culturales y de ocio ya han hecho su apuesta. En los últimos meses han proliferado las películas en 3D en los cines. Las productoras cinematográficas estiman que rodar en tres dimensiones encarece las películas de un 5% a un 10%, pero a cambio proporciona mucho mayor asistencia de público a las salas. Según datos de la Federación de Cines de España (Fece), en el primer semestre del 2009 ha habido una asistencia a las salas españolas de 48,8 millones de espectadores, una cifra que representa 3,7 millones más que en el mismo periodo del año anterior.
Esta patronal del sector atribuye ese crecimiento de público a la llegada de varios títulos en 3D. Existen proyectos para pasar películas normales, en dos dimensiones, a 3D. El centro de Telefónica I+D de Barcelona ya ha hecho una conversión de un documental rodado con cámara normal al formato tridimensional. Esta transformación se lleva a cabo mediante un algoritmo, un programa que ejecuta un complejo conjunto de operaciones de análisis de la imagen, que crea el efecto de las tres dimensiones.
La tecnología de la conversión del 2D al 3D está muy avanzada y hay proyectos como el anunciado por George Lucas para pasar las dos trilogías de La guerra de las galaxias a 3D, una transformación que no estará exenta de controversia, como la que desató en su día la coloración de películas rodadas en blanco y negro por lo que supone de alteración de una obra artística. En este caso, será el autor el que modifique su creación original. Los fans de Star wars tendrán nueva diversión.
(La Vanguardia, 11/08/09)