'The Witcher 2: Assassins of Kings', una obra de arte con problemas en los comba

Geralt de Rivia, el Brujo, ha vuelto tras cuatro años de ausencia a nuestros ordenadores.

ANÁLISIS PC

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El personaje y el mundo creados por el escritor polaco Andrzej Sapkowski toman forma una vez más con unos impresionantes gráficos, un cuidado modelado de localizaciones de personajes y una envolvente trama que nos dejará sin aliento a cada paso que demos en nuestra pugna por capturar al "Asesino de Reyes".
Lo mejor
Una trama muy rica y montones de opciones con parejo número de finales.
Impresionante apartado gráfico.
Lo peor
El montón de glitches y bugs que desesperan.
La tediosa instalación: lenta, abocada a errores y dependiente de un servidor externo para completar su validación.
La trama nos sitúa unos meses después del final de la primera parte, cuando Geralt aborta el intento de asesinato contra el Rey de Wizima tras detener una sangrante guerra civil. En reconocimiento por sus servicios, Geralt se convierte en el guardaespaldas real tan sólo para acabar, como veremos tras un largo aunque no menos entretenido tutorial, en las mazmorras, acusado de un crimen que no ha cometido. Así, dispuesto a limpiar su nombre, el Brujo se lanza en la persecución de un misterioso personaje con el que comparte atributos físicos y, posiblemente, un pasado común.
Pero esto tan sólo es el principio. Incluso cuando demos nuestros primeros pasos, descubriremos un vasto mundo en el que todas nuestras acciones tienen repercusiones sobre la trama. Ya sea si decidimos comportarnos con honor o simplemente como un mercenario-cazador de monstruos (que es lo que son los Brujos de Sapkowski), nuestras acciones nos pasarán factura antes o después.
Por algo The Witcher 2 es prácticamente una novela hecha videojuego. Su espíritu es tan fiel al de la primera parte que incluso si cargamos los datos de la partida de éste, las decisiones que ya tomáramos definirán el contexto en el que Geralt se mueva en su nueva aventura.
Bienvenido al medievo
Cuando Sapkowski escribió en los años noventa la primera novela de El Brujo, presentó un contexto basado en la mitología nórdica y eslava, alejándose de la luminosidad de Tolkien y de todos sus deudos. El mundo de Geralt de Rivia se asemeja a un oscuro y siniestro siglo XIV en el que la ciencia médica convive con seres sobrenaturales, la magia y, en especial, con numerosas especies que ponen a la humanidad en riesgo de extinción.
En este marco, los Brujos, cazadores de recompensas especializados en exterminar monstruos son la esperanza de salvación de la humanidad, gracias a sus increíbles atributos físicos, su entrenamiento y sus habilidades mágicas.
Para plasmar tan rico y complejo mundo, los desarrolladores de CD Projekt han cuidado y mimado hasta el último detalle de este RPG de acción: desde el comienzo, en un campamento militar, hasta el campo de batalla, pasando por las mazmorras, los bosques, las cuevas y los distintos poblachos. Gracias a los extensos y detallados diseños y modelados de las localizaciones, tenemos asegurada la sensación de estar en medio de Centroeuropa, de ser uno de los últimos Brujos y de vernos arrastrados a este épico y extraño viaje sin retorno. 
¿Pero y qué decir del modelado de los personajes? Si The Witcher contaba con unos diseños extraordinarios para su época, The Witcher 2 va más allá logrando alucinantes modelados de cuerpos, los cuales rozan la perfección. Las expresiones faciales y el doblaje (tristemente sólo en inglés subtitulado) casi llegan al nivel de películas realizadas con técnicas de motion capture como Beowulf.
Novedades, cambios y tirones de orejas
The Witcher 2 sigue la estela de su predecesor. El desarrollo del juego y su evolución dependen de que vayamos completando tareas, muchas de ellas con múltiples finales y consecuencias que al final irán sumando y dando como resultado un final u otro, así como determinará cuales de los personajes secundarios sobrevivirán o perecerán... Por lo tanto, aquellos que acudan a este juego buscando un RPG de los buenos, de los profundos (sobre todo si les gustó el primero) estarán más que satisfechos. Además no será difícil exacerbarnos y emocionarnos con su épica BSO, la cual nos hervirá la sangre desde la mismísima pantalla de inicio. 
Sin embargo, no todo es brillo y enhorabuenas en este título. Aunque The Witcher 2 tiene numerosos puntos a su favor y es ya tan sólo por su diseño una autentica obra de arte, tiene un lado oscuro que hay que tener en cuenta y que desglosamos en tres puntos:
En primer lugar, la jugabilidad. Alejándose del sistema de juego de la primera parte, basado en clicar y atacar (al estilo de Diablo o Neverwinter Nights), The Witcher 2 cuenta con un sistema de combate que es una autentica pesadilla. Intentando convertir los combates en algo realista y semejante a un juego de acción, encontramos que batirnos en duelo con casi cualquier rival puede ser un quebradero de cabeza y si nos descuidamos nuestro Geralt sucumbirá en menos de diez segundos de combate; incluso durante la ejecución del tutorial (y este dato es empírico).
Que los combates sean tan reales incluso parecería un desafío, pero realmente no lo es, máxime cuando somos víctimas de bugs fatales y glitches, así como de errores que hacen que la cámara se atasque y con ella el resto de teclas, impidiendo reaccionar, o tan siquiera moverte. Igualmente, a la hora de seleccionar objetivo, no contamos ni con la habilidad de fijarlo, y muchas veces los espadazos que supuestamente deberían repartirse entre los enemigos que nos rodean, acaban  siendo inocuos.
En segundo lugar, debemos hablar de la configuración. Mucho antes de poder disfrutar de este título, pasaremos por una tediosa instalación que obliga a validar el juego y bajar un parche para su posterior activación. Lo que puede complicarse si el servidor de registro no permite conectarnos o si tenemos antivirus, pues el propio instalador llega a señalar que estamos infectados con algún tipo de virus, en lugar de detectar que se trata de una protección.
Por último, destacamos el asunto de la compatibilidad. Más allá de las tarjetas Nvidia, The Witcher 2 puede tener complicaciones. Pero esto se debe a lo lógico: gráficamente este título es tan 'grande' que resulta lógico que las especificaciones técnicas, así como las opciones de configuración estén orientadas en base a unos parámetros de hardware determinado. Pero todos aquellos que contéis con Radeon, no temáis, pues ATI ya se está trabajando para agilizar estos problemas, creando parches específicos para este juego.
Sopesando y en definitiva...
The Witcher 2, a pesar de lo dicho, sí es un buen juego, pues trasciende el aspecto lúdico para ser considerado prácticamente una pieza de artesanía audiovisual ya sea durante el juego o durante las cinemáticas, merece, y mucho, la pena tenerlo entre los títulos de tu estantería.
Sin embargo, si alguien todavía no está muy convencido, tranquilos, pues ya hay rumores de su salto a las consolas. Y aunque aún no se ha establecido fecha, no sería raro que Geralt de Rivia volviera pero en otro formato. Xbox 360, por ejemplo