Diablo III puede destrozarte el alma ¿Quieres verlo?Sin ninguna clase de duda, la salida de Diablo III ha abarcado completamente el mundo de los videojuegos en PC. Después de una larga espera de más de una década, todos los jugones esperábamos con ansias la última entrega de Blizzard y nos volcamos con su lanzamiento, atrayendo con él a numerosos problemas de sobrecarga de servidores y hackeo de cuentas. Sin embargo, los verdaderos aficionados ya estábamos curtidos de sufrir la interminable espera y no nos importaba pagar ese precio inicial a cambio de pasar cientos de horas con nuestros amigos abatiendo toda clase de demonios. Lo que no sabíamos es que Diablo III sería capaz de destrozarte el alma.
Para empezar a aclararme, necesito explicar ciertas características del juego. Dentro de su gran historia y adictiva jugabilidad, el título esconde un último desafío, una última prueba concebida sólo para aquellos que no tienen miedo a la misma muerte: el verdadero modo Hardcore. Porque si éramos tan insensatos de jugar en ese modo de dificultad, nos enfrentábamos a una experiencia extrema, donde la muerte de nuestro personaje significar perderle para siempre. Ahora no somos tan valientes ¿verdad?
Nuestro siguiente personaje da testimonio de ello, un auténtico gamer que pasa largas horas de vicio con sus amigos en Diablo III, un aventurado jugador con gran habilidad que se atrevió dar un último paso y empezar la partida en modo Hardcore. El destino le fue agraciado durante gran parte del camino, con dedicación, habilidad y entereza consiguió llevar a su personaje hasta el mismo nivel 60, pero en algún momento todo tenía que cambiar y ese momento llegó en la batalla del jefe final del segundo acto.
Todo pasa en un instante, el golpe, la incredulidad y el colapso del cuerpo, la furia e ira reprimidas al saber que acabas de desperdiciar en un mísero instante decenas de horas delante del ordenador, todo se ha perdido para siempre en un maldito instante, donde Diablo III te ha destrozado el alma. Sólo queda un largo y triste silencio, donde las palabras de tus compañeros caen al vacío y tras una larga pausa consigues decir un “It’s all good” (está todo bien), susurrando a través de un cuerpo sin alma.
Y es que detrás de esta tragicómica escena, podemos observar el grado de adicción que los juegos de Blizzard han conseguido, dándonos la oportunidad de sentir la experiencia extrema definitiva en un juego, para arrebatártelo todo en un suspiro.
Fuente: Ecetia[youtube]http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=-a8noLevghM[/youtube]