Jugadores de Battlefield 3 en PS3: tendréis vuestro 1943¿Quién hubiese predicho el culebrón en que se ha convertido un simple obsequio? Sony, en su afán por incentivar la compra de títulos multiplataforma en su versión de PlayStation 3, llegó a un acuerdo con Electronic Arts para que Battlefield 3 incluyese una copia digital de Battlefield 1943.
No fueron pocos los que se decantaron por la edición para la consola de Sony, ya que incluiría tan jugoso extra. La sorpresa llegó el mismo día de lanzamiento, cuando constataron el incumplimiento de lo acordado: ni rastro de 1943…
Preguntada por la cuestión, EA se limitó a pedir disculpas (sin dar explicación de lo ocurrido) e intentó callar bocas con una nimia compensación: todo el contenido descargable que se lanzase en lo sucesivo, llegaría una semana antes a PlayStation 3.
Los compradores, lejos de conformarse, llevaron el asunto a los tribunales: demandaron a EA no por su cambio de parecer, sino por advertirlo una vez el juego llegó a las tiendas.
El litigio planteaba el pago de una compensación a todos los afectados, suma que debía resultar multimillonaria a tenor de lo acontecido en las últimas horas.
Finalmente Electronic Arts ofrecerá Battlefield 3 a quien se le prometió, no obstante la compañía sigue sin aclarar por qué suprimió la oferta. Es más, quiere hacer ver que el entuerto es fruto de un malentendido.
La editora ha habilitado una web (1943redemption.battlefield.com) para que todos los implicados puedan reclamar su copia de Battlefield 1943. Eso sí, dependiendo de vuestro territorio podréis hacerlo en una fecha u otra. Los europeos a partir del 26 de noviembre, los americanos el día 10 de diciembre y los japoneses desde el 17 del mismo mes.
En la página de turno hemos de introducir nuestra ID y contraseña de Origin (se requiere el registro). Recibiremos entonces un código que canjear en la sección específica del XMB. Si todo va bien, nuestro Battlefield 1943 debería comenzar a descargarse en ese preciso instante.
Así, queridos amigos, se demuestra una vez más aquello de que “quien no llora, no mama”.