Metro Last Light pone los pelos de puntaCon diez días hasta el lanzamiento de Metro Last Light, la secuela de Metro 2033, he tenido ocasión de disfrutar de las primeras horas de este esperado título. Es difícil encasillar a Metro Last Light en un género. Se juega como un shooter en primera persona pero se vive como un survival horror y tiene elementos de sigilo y juego de rol. Estas son mis confusas y aterradas primeras impresiones de Metro Last Light.[youtube]http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=EdlA__Sv1VU[/youtube]
Con esta ensalada de estilos, Metro Last Light podría parecer un desastre, sobre todo si no se ha jugado a su antecesor, pero solo con unas pocas horas, el aspecto que presenta es el de un juego sólido, con un gameplay desafiante a diferentes sentidos y una de las narrativas más absorbentes que he visto últimamente.
De los shooters, Metro Last Light toma un sistema de control familiar, aunque necesité más de una mirada a los menús para recordar todos los controles. De este género también aprovecha la perspectiva inmersiva. Puede que no te creas que estás en el juego pero sí difumina un poco los límites entre lo que esta viendo el personaje y lo que estás viendo tu y reduce severamente tu angulo de visión. Específicamente, no ves si tienes algo a la espalda. Esto juega un papel importantísimo en su faceta de horror.
Como survival, Metro Last Light falla en la escasez de recursos aunque si existe un modo de juego más difícil que promete precisamente eso. Como horror, este juego me pone los pelos de punta. Me da ganas de apagar el ordenador y meterme debajo de la cama. Utilizando recursos visuales vistos en títulos como Amnesia: The Dark Descent y Eternal Darkness: Requiem of Sanity, los momentos de miedo de Metro Last Light son habitaciones de las que no puedes salir tan rápido como querrías y pasillos en los que no quieres mirar atrás.
Como juego de sigilo, flaquea un poco. La visión de los enemigos no está demasiado clara y, tan pronto te ven a través de una pila de cajas como te miran directamente a los ojos antes de seguir caminando mientras silban. Metro Last Light utiliza un sistema de sigilo basado en la iluminación y, para aprovecharlo al máximo, podemos destruir focos a balazos o bajar los fusibles de el alumbrado de una determinada zona. Con algo de práctica las secciones que permiten sigilo son muy gratificantes pero mientras tanto, pueden llegar a ser algo frustrantes.
Como detalle final, las armas pueden personalizarse con diferentes mejoras. Esta capacidad no es exclusiva a nuestro protagonista y es raro encontrarse enemigos cuyas armas no hayan pasado por algún tipo de alteración.
Fuente: Ecetia