El Ejército de Liberación Popular (ELP) se comprometió a recortar la presencia de sus vehículos en las calles de Pekín para sumarse al esfuerzo colectivo de reducir la contaminación galopante de la ciudad que amenaza con deslucir los Juegos. Una pancarta de 50 metros fue desplegada el pasado viernes por 2.000 militares con la promesa, en nombre de sus 10.000 'colegas' de la capital china, de cumplir con la normativa vigente, que les obliga a inmovilizar el 30 por ciento de su parque móvil.
Los vehículos militares son, con diferencia, los que más infracciones cometen, pero la policía de tráfico no tiene potestad para multarlos, tan sólo pueden informar a los mandos superiores del ELP para que tomen medidas si lo consideran oportuno, lo que raramente ocurre.
Un alto número de infracciones
Fuentes de la policía señalaron que de las 2.400 infracciones de tráfico que se cometen en una intersección de Pekín cada mes, más del 80 por ciento son obra de los militares.
Las fuerzas armadas enviaron una carta a todos sus conductores recordándoles que los vehículos del ELP carecen de un estatus privilegiado en las calles. En la carta se insta a los pilotos a ponerse el cinturón, a permanecer fuera de las zonas prohibidas, a no invadir los carriles del autobús ni de emergencia y a no utilizar la sirena cuando no sea estrictamente necesario.
"Cero violaciones de tráfico", es la consigna de los altos mandos militares para los próximos dos meses, en los que Pekín hará ímprobos esfuerzos por presentar un tránsito ordenado durante los Juegos