La derrota que entristeció a una cárcel tailandesa

AMNAT RUENROENG, QUE APRENDIÓ A BOXEAR EN LA CÁRCEL, CAE EN CUARTOS DE FINAL DEL PESO MINIMOSCA

La derrota que entristeció a una cárcel tailandesaPor QUIQUE PEINADO Miércoles, 20 de agosto de 2008-14:22 (GMT+1) Comentarios (0)
 
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El día que murió su padre, Amnat Ruenroeng estaba tan colocado que ni se enteró. No fue al funeral y aún hoy no sabe qué droga se había metido. Pasó dos años y medio en la cárcel por robo, donde aprendió a boxear, pero dice que el mayor error de su vida es no haber honrado a su padre en su funeral. Quería dedicarle una medalla olímpica, pero no pudo ser.

En las cárceles tailandesas se vivía con especial atención el combate de cuartos de final del peso minimosca entre Amnat Ruenroeng y el mongol Serdamba Purevdorj, que ganó el segundo por 5-2. El ídolo de los reclusos, el tipo que aprendió a boxear en la cárcel y salió de ella el día del cumpleaños del rey de Tailandia Bhumibol Adulyadej, que 'coincidió' con el día siguiente a ganar el campeonato nacional de 2007, no logró la redentora medalla. En Tailandia, que presume de su programa estatal de reinserción de presos a través del boxeo, si peleas bien en prisión te sueltan. pero de ahí a un metal olímpico hay un trecho.

Tailandia, con uno de los índices de encarcelados más altos del mundo (170.000 internos en 65 millones de habitantes), había condenado a Ruenroeng a 15 años de cárcel por robar un collar para poder drogarse. Sólo cumplió dos años y medio. Una pena mucho menor que la condena eterna de no haber podido honrar a su padre.