Kosmus se lleva el oro en martillo

Primoz Kosmus, miembro de una familia de lanzadores eslovena, sorprendió a los favoritos en la final olímpica de martillo y consiguió la medalla de oro con una marca de 82,02 en una final que dejó fuera del podio a los dos mejores de los anteriores Juegos.

La final planteaba una lucha incierta entre el defensor del título olímpico, el japonés Koji Murofushi, que se estrenó con 79,47, y los bielorrusos Vadim Devyatovskiy e Ivan Tikhon, pero desde el primer turno se metió en la refriega Primoz Kosmus con un tiro de 80,75 y luego se sumaron otros.

La batalla se generalizó y la clasificación cambiaba a cada instante. En la segunda ronda, Kosmus hizo su mejor tiro del año (82,02) y empezó a despejar incógnitas. El año pasado, en el Mundial de Osaka, perdió el oro en el último turno y no quería vivir una experiencia semejante.

El húngaro Kristzan Pars presentó sus credenciales con un segundo de 80,96 con el que echaba momentáneamente del podio al campeón y al subcampeón olímpicos. Los lanzadores forzaban la técnica y un martillo, estrellado contra la jaula, terminó cayendo a un metro de la cabeza de un cámara de televisión.

En la quinta ronda Iván Tikhon, tres veces campeón mundial, se colocó tercero con 81,51. Kozmus seguía en cabeza seguido de Devyatovskiy, subcampeón mundial en Helsinki 2005, que en su segundo se había ido a 81,61.

Faltaba una sola ronda. Murofushi agotó sus opciones con un tiro de 77,26 que le dejaba quinto y Pars permaneció cuarto tras lanzar 79,83. Los nombres de los medallistas ya eran conocidos, y el orden ya no se modificó.