Eric Shanteau es un nadador estadounidense que se clasificó para disputar los 200 metros braza en Pekín , por delante incluso del campeón del mundo Brendan Hansen.
Y lo hizo a pesar de la avalancha que se le vino encima una semana antes de disputar los 'trials', cuando le fue diagnosticado un cáncer de testículos. Shanteau finalmente compitió, aunque contó con la connivencia de los servicios médicos.
La mejor opción, por no decir la única, sería pasar por el quirófano de inmediato, pero él no lo quiso así, y decidió posponer la intervención hasta después de los Juegos: "Si no formase parte de un equipo, la decisión hubiera sido fácil: irme a casa y operarme. Tomé una decisión complicada, pero eso no significa que sea estúpido".
El nadador, cuya reacción inicial al conocer la noticia fue de incredulidad, afirmó que "esta experiencia te cambia la vida. Aunque cada uno le concede la importancia que cree conveniente".
En cualquier caso, la vida de este deportista que ha antepuesto el espíritu de superación a su propia supervivencia, no corre peligro. Los médicos le prestarán una atención constante y en caso de que la enfermedad diera signos de haberse extendido, Shanteau no pondría reparos en abandonar los Juegos.