Tres candidatos para el reinado de los 100 metros

Si hay una competición que todos quieren mirar durante los Juegos Olímpicos, ésa es la final de los 100 metros lisos. Quizá esa prueba represente como ninguna otra el espíritu del deporte, la búsqueda de la superación. Pero este año se generó un particular interés por la final de la prueba reina del atletismo, porque son tres los atletas que aparecen con similares posibilidades de convertirse en reyes olímpicos: el estadounidense Tyson Gay y los jamaicanos Asafa Powell y Usain Bolt. Y aunque este último posee el récord mundial de la distancia, eso tampoco le garantiza el triunfo, en especial porque en los últimos años un particular 'maleficio' se posa sobre los dueños de las mejores marcas.

La batalla casi personal entre Powell y Gay, que dominó la escena mundial en los últimos años, encontró un inesperado tercer protagonista: Bolt, que en mayo pasado mejoró el récord mundial que poseía su compatriota al clavar los relojes en 9s72. La aparición del joven jamaicano, de 21 años, reavivó las expectativas por la prueba. Y cada uno tiene razones para justificar su favoritismo: Gay es campeón mundial de la distancia (ganó en Osaka 2007); Bolt posee un récord abrumador, y a pesar de que todavía no confirmó que correrá esa distancia, parece poco probable que no lo haga; y Powell fue dueño del récord mundial durante tres años y corrió por debajo de los 10 segundos más veces que ningún otro competidor.

El maleficio de los 'recordman'
Sin embargo, los tres también cargan sobre sus espaldas argumentos de diferente valor que los alejan del triunfo. Bolt aparece como el que está más en forma de los tres. Pero la estadística reciente marca que los últimos dos recordman de los 100 metros fracasaron en las grandes citas (Juegos Olímpicos y Mundiales). Tim Montgomery se hizo dueño del récord en 2002, pero un año más tarde perdió en el Mundial de París 2003. Y, para peor, en los 'Trials' estadounidenses para los Juegos de Atenas 2004 tampoco consiguió la clasificación (terminó apenas séptimo). Su calvario terminó un tiempo después, cuando fue suspendido por su relación con el escándalo del laboratorio Balco.

En junio de 2005, Asafa Powell logró lo que muchos esperaban de él y marcó un tiempo de 9s77. Tenía el mundo de la velocidad en sus manos. Pero dos meses más tarde acusó una lesión y no se presentó en el Mundial de Helsinki. El jamaicano siguió corriendo y mejorando marcas durante las siguientes temporadas. Pero al siguiente Mundial, Osaka 2007, apenas quedó tercero, en una competición que ganó Tyson Gay. La pregunta entonces es saber si Bolt estará en condiciones de quebrar ese estigma de los últimos años.


Lo que vale: el espíritu competitivo
Si tenemos en cuenta el temperamento competitivo, Gay es el favorito. Quizá no sea tan veloz como los otros, pero su figura surge con fortaleza en cada gran cita. Es de esos deportistas a los que les gusta competir, y no contra el reloj. Pero en los 'Trials' de Estados Unidos se lesionó en la pierna izquierda, quedó fuera de los 200 metros y habrá que ver cómo se recupera en este mes que queda hasta el comienzo de los Juegos.

Lo contrario se puede decir de Powell: un atleta al que le fascina romper los cronómetros, pero que se empequeñece cuando tiene grandes rivales en los andariveles de al lado. Definitivamente, Asafa no es un gran competidor. Y para ganar una medalla hace falta espíritu.

De todos modos, gane quien gane, lo que todos sí esperan es que sea una carrera memorable. La final de Atenas 2004 fue la más veloz de la historia, porque cinco de los ocho competidores corrieron por debajo de los 10 segundos. Aquella vez el triunfo quedó para Justin Gatlin (ahora sancionado por consumo de testosterona), pero hay esperanza de que esta vez eso se supere. Como dato vale señalar que en esta temporada, 10 atletas corrieron al menos por debajo de los 10 segundos al menos una vez (aunque siete de ellos son estadounidenses y sólo tres estarán en Pekín: Gay, Walter Dix y Darvis Patton).

Estas especulaciones, claro, podrían quedar en la nada, si aparece algún 'tapado', uno de esos atletas que por antecedentes no era tenido en cuenta. El portugués (de origen nigeriano) Francis Obikwelu es un ejemplo de ello. Es cierto que en Atenas 2004 no ganó (quedó a apenas una centésima de Gatlin), pero también lo es que no entraba en los pronósticos de muchos. El portugués era un buen corredor, pero no se le percibía cualidades de campeón. En la temporada 2004 no corrió por debajo de los 10 segundos nunca antes de los Juegos. Y, lo que es más llamativo, en su trayectoria posterior sólo consiguió una marca por debajo de la decena de segundos. Aunque el campeón en Pekín no debería salir de estos tres candidatos.