CUENCA 2016 27 - CIUDAD REAL 37
EFE | 22/04/2009
El BM. Ciudad Real hizo gala de su favoritismo y venció al Cuenca 2016, no sin alguna que otra dificultad al inicio aunque al final arrasando (27-37), en su regreso al polideportivo El Sargal, trece años después de que lo hiciera por última vez, también en Liga Asobal.
El Cuenca 2016 mostró una excelente imagen mientras tuvo fuerzas, es decir, los primeros quince minutos de cada tiempo. Lo peor para el equipo conquense fue el 0-5 de los últimos minutos, engordando un marcador y dando sensación de que fue una victoria fácil.
Resaltar el gran ambiente vivido en este derbi regional en la máxima categoría del balonmano y la reaparición de David Devis en el Ciudad Real.
El primer tiempo tuvo dos partes totalmente distintas, coincidentes con el reloj. Los primeros quince minutos nos ofrecieron un partido, sorprendentemente, muy igualado.
El Cuenca 2016 salió muy centrado en el partido y sorprendió a un Ciudad Real, consciente de que tarde o temprano el partido terminaría a su favor.
Lo cierto es que, en el minuto 7, el marcador registraba un 5-2. Sería la máxima ventaja del conjunto conquense ante un rival que, poco a poco y como era lógico, empezó a recortar distancias. El primer empate, 6-6, llegó en el minuto 12 y a partir de aquí, tomó ventaja el equipo de Talat Dujshebaev, primero de uno, o dos, goles para terminar ganando hasta de ocho goles, 11-19, en el minuto 27. Para ello fue determinante, varias pérdidas de balón en el conjunto local y el hecho de que Talant cambiara, salvo Hombrados, el equipo por completo, cosa que no pudo hacer el equipo de Goran Dzokic.
La segunda parte empezó como la primera, con el Cuenca 2016 más certero que su rival, lo que le permitió un parcial de 3-0 que dejó el luminoso en un emocionante 17-20 a los tres minutos. Al igual que en el primer tiempo, mientras los conquenses tuvieron fuerzas, al Ciudad Real le costaba mucho el sentenciar el partido. Las diferencias oscilaban entre los cuatro y cinco goles, pero en el minuto 44 el marcador se volvía a estrechar, 23-25.
Talant entendió que había lugar para sustos y sorpresas, con la liga en juego, pidió un tiempo muerto y empezó a realizar rotaciones con lo que su equipo alcanzó frescura. Suficiente para romper el partido de manera definitiva si partimos de la base de que hablamos del actual campeón de Europa. El Ciudad Real volvió a poner los cinco goles de diferencia en el marcador y con esa diferencia entró en los últimos cinco minutos, terribles para el Cuenca 2016 porque, al igual que el pasado sábado en el Palau Blaugrana, encajó un parcial de 0-5 que provocó un marcador que en nada refleja lo que fue el partido.
PORTLAND 30 - VALLALODID 22
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EFE | 22/04/2009
El Portland San Antonio se ha impuesto con contundencia al Pevafersa Valladolid por 30-22, en un gran partido donde los navarros exhibieron su mejor juego logrando así recortar diferencias con el conjunto pucelano y mantener intactas sus opciones de recuperar el tercer puesto en la clasificación.
El conjunto antoniano, que recuperó a hombres importantes para aguantar físicamente un partido de la máxima exigencia, encarriló la victoria en la primera mitad siendo más equipo que nunca y ofreciendo un recital de juego, tanto en defensa como en ataque, que noqueó al Valladolid.
El encuentro arrancó con gran intensidad y una Valladolid lanzado que cobró mínimas ventajas en el electrónico merced al lanzamiento exterior de Entrerríos y Perales. El Portland, sin embargo, consciente de que la victoria era vital para sus aspiraciones de poder jugar la Liga de Campeones la próxima temporada, calentó motores logrando neutralizar la desventaja inicial (9-9, m.16).
A partir de entonces, el partido cambio de signo. El conjunto navarro intensificó su 6/0 ofreciendo un auténtico recital defensivo que, unido a las paradas de Svensson en la portería y un veloz contraataque, permitió al Portland endosar un parcial de 5-1 obligando al técnico visitante, Juan Carlos Pastor, a parar el partido (14-10, m.23).
Lejos de reaccionar, un Valladolid completamente atascado y sin poder anotar un solo gol en diez minutos, fue incapaz de frenar el vendaval antoniano, que alcanzó una ventaja de siete goles al filo del descanso aunque se vio empañada por la expulsión de Dominikovic permitiendo a su rival coger aire (17-12).
Tras la reanudación, el conjunto visitante no bajó los brazos e intentó recortar distancias, pero tan sólo pudo acercarse a cuatro tantos (18-14) porque el Portland, con la brillante reaparición de Carlos Ruesga tras más de un mes lesionado y la aportación en la primera línea de Jakobsen y Malmagro, no perdonó.
Manteniendo la contundencia defensiva que le costó varias exclusiones y sin dar tregua en ataque, el conjunto antoniano pasó por encima del Valladolid como una apisonadora llegando a disfrutar de ventajas de hasta diez goles para lograr un importante triunfo que le permite seguir vivo en la Liga e, incluso, recuperar la diferencia de goles particular, tras el 31-30 de la primera vuelta.
OCTAVIO 33 - ARRATE 32
EFE | 22/04/2009
En la previa del encuentro el entrenador gallego, Quique Domínguez, ya había advertido que una de las claves del partido estaría en la obligación de que su defensa supiese parar el juego de la primera línea del Arrate, arma que los vascos habían explotado a la perfección en el choque de la primera vuelta. Y la verdad es que el técnico pontevedrés no se equivocó. En el primer cuarto de hora de juego, el 6-0 defensivo del Octavio se mostró excesivamente blando, se olvidó de la defensa de contacto que tanto le gusta a su entrenador, y la primera línea balcánica de su rival no tuvo piedad de un Javi Díaz que poco podía hacer.
Así, tras un inicio igualado, el Arrate cogió una renta de tres goles en el electrónico que obligó a Quique Domínguez, muy enfadado por la actitud defensiva de sus jugadores, a agotar su tiempo muerto (7-10, min.15). Tras el parón, el entrenador gallego ordenó un cambio defensivo -pasó del 6-0 inicial al 5-1 con Rubén Montávez de avanzado-, pero aún así su equipo fue incapaz de recortar la desventaja a pesar de que los vigueses hacían continuamente la goma en el marcador.
Una ventaja que el Arrate perdió en el inicio del segundo tiempo después de cinco minutos sin marcar. Los errores del ataque vasco coincidieron con el despertar del central serbio Uros Mitrovic y con las paradas del portero José Ballesteros, que había sustituido a un desafortunado Javi Díaz en el tramo final de la primera vuelta. A pesar de los fallos del lateral croata Nikola Prce en el ataque posicional, los vigueses culminaron su remontada en el ecuador del segundo acto (25-24, min.44).
Eran los mejores momentos de un Octavio que había recuperado sus señas de identidad: fuerte defensa y rápida circulación de balón. Con el equipo gallego crecido, Julián Ruíz, técnico visitante, empezó a temer por el resultado. Agotó su tiempo muerto, movió a todo su banquillo salvo al portero y al lesionado Jurkiewicz, que se resintió en el calentamiento, pero no fue suficiente.
El Octavio, espoleado por las paradas de Ballesteros, cogió a falta de cuatro minutos una máxima ventaja de tres goles (31-28, min56) que logró conservar hasta el final a pesar de que su rival apretó el electrónico en los últimos segundos.