Y Federer sigue arrasando....

Roger Federer se deshizo sin mayor problema del francés Gicquel y avanza a octavos de final de Wimbledon, donde se cruzará conHewitt, que eliminó a Bolelli. El suizo no necesitó de su mejor tenis para vencer en tres mangas (6-3, 6-3 y 6-1) a Gicquel, 53 del ranking, que nunca había pasado de primera ronda en Londres.

El comienzo del encuentro fue pospuesto por lluvia, cuando Federer saltó a la hierba de la central estaba aún frío. Gicquel le robó su primer servicio. Eso fue lo que tardó el de Basilea en entrar en calor. Respondió al break y adelantó a su oponente por la derecha. 6-3, primera manga sin color. Sólo desplegó una mínima parte de su repertorio, pareció que probaba golpes en preparación para batallas venideras. Subió en 26 ocasiones a la red, con 22 puntos ganados.

80 minutos de entrenamiento con público

En el segundo parcial no hubo relajación inicial. Gicquel, digno y voluntarioso, tercera ronda ya es un éxito, remó hasta repetir el 6-3 en el segundo. Federer tuvo la deferencia con el paciente público de la central (que esperó bajo la lluvia el comienzo del encuentro) de regalarles gotas de su talento para cerrar los sets y los juegos al resto. La tercera manga concluyó 6-1.

Alguno dirá que el suizo no anda tan fino, que le falta chispa y que hace tres años habría ganado este partido apenas cediendo un par de juegos. Puede, pero no fue ésta una piedra de toque, sino un entrenamiento con público y con cámaras de apenas 80 minutos. En octavos ante Hewitt (con dos días de descanso de por medio) se podrá calibrar mejor el nivel del defensor del título.

Hewitt, instinto competitivo

Lleyton Hewitt se deshizo en tercera ronda del italiano Simone Bolelli en tres mangas, 6-1, 6-3 y 7-6. Ya se sabe, el australiano se crece en los grandes. En este caso, partía como 20º cabeza de serie, por debajo de su rival (14º) pero ofreció su mejor versión para barrerle en los dos primeros sets. En el tercer parcial, el italiano levantó la cabeza, Hewitt se agarró al set y forzó la muerte súbita. Ahí volvió a salir el instinto competititvo del de Adelaida, que certificó su presencia en octavos con un sencillo 7-2 en el tie break.