* El duelo tenístico entre España y Alemania cayó del lado de Nadal.
* El manacorí ya está en octavos de final de Wimbledon.
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Rafael Nadal, número dos del mundo, se metió con paso firme en los octavos de final del torneo de Wimbledon, tercer grande de la temporada, después de eliminar en dos horas y 22 minutos, por 7-6 (3), 6-2 y 6-3, al alemán Nicolas Kiefer.
El mallorquín, tetracampeón en Roland Garros, tendrá como próximo rival al ruso Mijail Youzhny, décimo séptimo favorito, que se impuso en cinco intensos sets al checo Radek Stepanek, decimosexto cabeza de serie.
En teoría, el balear debería haber rematado el primer set ante Kiefer sin apenas inmutarse. En la práctica, el balear necesitó algo más de una hora, y un desempate para llevarse este primer parcial, en el que Nadal parecía no encontrarse del todo cómodo en la "Catedral", y quizás acusó la sorpresa de la solvencia y la determinación del jugador germano con el servicio.
Sólo en el primer set el alemán puso en dificultades al español
Kiefer recurrió a la efectividad de un saque sólido con el que rubricó un total de 13 "aces" y fue el primero en disponer de una bola de ruptura en el séptimo juego que salvó el mallorquín, quien puso la firma a la manga con un 7-3 en un desempate en el que ya no titubeó y que se inclinó fácilmente del lado del balear.
Si el zurdo de Manacor, que sumó en los tres sets cinco saques directos, se mostró inquieto e incómodo durante el arranque del duelo en la Central, inició el segundo set con dosis extras de motivación. Y aquí ya sí, Nadal logró convertir su primera ocasión de rotura para quebrar el servicio de su rival y ponerse con 3-0 a su favor. Desde ese momento, se vio al verdadero Nadal.
La angustia de Kiefer iba 'in crescendo' a medida que el zurdo de Manacor se metía más en el partido y soltaba el brazo. La manga era del tetracampeón de Roland Garros, que esta vez apenas tardó 33 minutos en arrollar a su rival.
La presión empezó a hacer mella en Kiefer, un jugador visiblemente disminuido ante el cada vez más imparable Nadal, que hacía gala de golpes certeros y aprovechaba cada oportunidad de ruptura. Nadal rompió al alemán en cuatro ocasiones de las seis oportunidades de rotura de las que dispuso en todo el encuentro frente al único robo de saque que logró Kiefer en el primer set.
El alemán, que cometió el mismo número de golpes ganadores como de errores no forzados (24 en ambos casos), tan sólo pudo hacer un juego al campeón balear, que ventiló la ronda firmando el tercer parcial por 6-1.