Cuando un jugador tiene lo que se llama "la matrícula" o "el número" de otro, hasta el punto que Feliciano López lo tiene (o tenía) de Marat Safin, se le supone caballo ganador. Es la teoría de gente veterana en el mundo del tenis. Pero las teorías tienen poca aplicación ante seres humanos tan peculiares como Marat Safin y Feliciano López
Cuando nadie pensaba que se fuera a jugar, entre gotitas ominosas, la organización, en día de despropósitos, dio la salida a los primeros turnos de cuartos. Ahí apareció el tenista español, como descolgado de las nubes, para punzar con reveses cortados y saques galácticos la armadura de Safin. La mejor estética gobernaba las acciones de Feliciano, que en 25 minutos galopaba sobre Safin (5-2) cuando las gotitas se hicieron más espesas, y el árbitro, Steve Ulrich, suspendió el duelo en la Pista 1.
El parón duró tres horas. Al regreso, lo admita o no Feliciano, algo había cambiado en su estética y su concentraci cerró el primer set en 6-3, pero necesitó cuatro set points con su servicio: Safin lo leía cada vez mejor y en la segunda manga, el ruso rompió para 4-2. En el canto del bello cisne zurdo, Feliciano López recuperó: llegó hasta 5-5 y 0-30, pero ahí falló una derecha fácil para 0-40, perdió el juego y algo muy fino se rompió en su interior. De vuelta, Safin le arrebató set, iniciativa y fe: "Tras perder el segundo set, dejé de creer en que podía ganar", admitiría el mismo Feliciano. Lo demás fue todo para Safin. Feliciano puso fin a su martirio con una doble falta. Venía una oportunidad única ante Roger Federer. Será para Marat Safin.
Feliciano López: "Era una oportunidad única que no sé cuándo volverá"Me he venido abajo tras perder el segundo set, y a partir de ahí ya no creía que pudiese ganar. No ha influido el parón por la lluvia, porque después aún cerré el primer set. Con el 5-5 y 0-30 en el segundo set, he pensado que ésa era la oportunidad de ganar, no la he aprovechado, y ahí se ha terminado. Me he puesto a jugar de fondo, sin cambiar de ritmo, y en el momento en que he fallado algunos saques, me he quedado sin opciones. Da rabia, porque he perdido una oportunidad única, que nadie sabe cuándo se volverá a presentar, y te quedas con esa cara que ya se sabe".