Tradición mejorada
Técnicamente es quizás en lo que más ha avanzado el nuevo Camaro. Mantiene tendencias claras de antaño, como la presencia del un enorme propulsor LS3 de ocho cilindros en V con 6,2 litros de cilindrada, siempre aspirado, con 432 CV de potencia a sólo 5.900 rpm, y con un enorme par de 569 Nm a 4.600 rpm, pero evolucionado para mejorar funcionamiento y eficiencia. En Estados Unidos se ofrecen otras dos motorizaciones, pero a Europa sólo se trae el V8 más potente.
Estas características son aplicables sólo a las versiones equipadas por el nuevo cambio manual de 6 relaciones, que consigue parar el crono en sólo 5,2 segundos a su paso por los 100 km/h. La caja de cambios automática incluye un ligero cambio en las cifras del motor. El propulsor responde ahora a la denominación L99 y reduce su potencia hasta los 405 CV, con un par de 556 Nm a 4.300 rpm. Para esta versión qua acompaña al cambio automático se ha desarrollado el sistema Active Fuel Management que consigue un ligero ahorro de combustible.
Los cambios para adaptar esta generación del Camaro a la nueva singladura en Europa, se apoyan también en diversas adaptaciones de la suspensión, fruto de largas jornadas de ensayos en los cuatro puntos cardinales del continente europeo, incluidas fructíferas sesiones de puesta a punto en el antiguo trazado del Nurburgring.
Con un reparto de pesos del 52 por ciento delante y el 48 restante atrás, las suspensiones responden a criterios modernos en su diseño y sobre todo, han buscado adaptarse plenamente a las exigencias del conductor europeo. Su agilidad, los tarados y la mejor adaptación a las carreteras europeas le permite, al margen de una enorme suavidad de funcionamiento, una mayor fidelidad en los trazados y un comportamiento más eficaz y asentado, sin excesivos movimientos parásitos de la carrocería.
Innovaciones en seguridad
En materia de seguridad cuenta con la última generación del sistema Stabili Track que engloba todos los controles electrónicos que supervisan el comportamiento dinámico en todos los firmes y situaciones. Además, se ofrece un programa especial que nos permite elegir entre diversas posibilidades que atenúan o eliminan la intervención de estos sistemas de control.
Durante la toma de contacto que tuvimos ocasión de realizar con una unidad manual del Camaro convertible manual, los iniciales condicionantes que arrastrábamos poco a poco se fueron despejando. Ponerse a sus mandos es bastante sencillo. Las regulaciones nos permiten adecuarlo a nuestros gustos y necesidades, aunque tiene peculiaridades a las que debemos acostumbrarnos y que delatan su básica procedencia.
Una vez en marcha, es una delicia escuchar su ronco ronroneo y el claro rugido en cuanto subimos el enorme V8 de régimen. Por cierto, se ha trabajado mucho en el guiado de la palanca del cambio manual de seis relaciones. Los recorridos son muy cortos y, sobre todo, su precisión es excelente