Un estudiante de psiquiatría visita un manicomio con el fin de realizar algunas practicas. Antes de entrar, los enfermeros le advierten que en ocasiones los enfermos se comportan de manera violenta, pero el estudiante les dice que no se preocupen, que si se presenta algún problema él se los haría saber. Ya dentro, el estudiante va tomando notas acerca de lo que observa. Cuando de repente lo asalta por sorpresa uno de los enfermos y tomándolo del cuello le grita que lo va a golpear. El estudiante al sentirse sofocado intenta gritar:
¡Loquero, Loquero!
A lo que el enfermo contesta:
Pues, aunque me quieras te voy a pegar.
En un manicomio se encontraba un loquito sobre la pared del patio. Lo observa un enfermero y le pide que baje, a lo que el loco contesta:
¡No me bajo, no me bajo!
El enfermero tras mucho insistir, decide consultar al médico de guardia para que él lo intente. El médico le pide al loquito que se baje, y de nuevo contesta:
¡No me bajo, no me bajo!
El médico, al igual que el enfermero, tras mucho intentar convencerlo, decide hablar con el director del manicomio, obteniendo éste el mismo resultado. En eso pasa otro loco junto a ellos, y les dice con aire de interesante.
Yo puedo bajar a ese loco.
Y los tres, intrigados por ver que es lo que iba a hacer, le piden que lo intente. El loco saca un cuchillo de madera y amenaza al que estaba sobre la barda:
Hey loco, bajate, o corto la pared.
Y el loco que estaba sobre la pared se baja asustadísimo, y el otro loco, guarda su cuchillo, y se va.
el enfermero, el médico y el director le preguntan al loco que estaba sobre la pared que por qué se había bajado con tanta prisa, y éste les contesta:
Es que ustedes no conocen a ese loco, ¡Es capaz de cortarla!
El director del asilo invita a los periodistas para hacer un recorrido por las instalaciones del manicomio, así va explicando algunas ocurrencias de los locos.
Y un periodista le dice:
Señor director, ¿qué hace ese loco agarrado de las ventanas?
El director le dice:
Ese cree que es una mosca.
Continúan por el trayecto y ven a un loco colgando de la lámpara, y nuevamente pregunta el periodista:
¿Y qué hace ése ahí, no sería mejor bajarlo para evitar un accidente?
El director responde:
Jamás, nos quedaríamos sin luz.
Todos los locos de un manicomio se habían escapado y se habían subido a un árbol. Una vez allí, agarrados de las ramas se pusieron a gritar todos a la vez:
¡Somos unas peras, somos unas peras!
Llegó el director del manicomio muy enfadado les dijo:
¡O os bajáis de ahí ahora mismo o llamo a bomberos!
Los locos no hicieron ni caso, el director llamó a los bomberos y les pidió que les echaran agua. Los locos al ser rozados por el agua se tiraron al suelo, todos menos uno, y le preguntó el director intrigado:
¿Y tú, por qué no te has caído?
A lo que contestó:
¡Soy una pera de agua, soy una pera de agua!