El Aston Martin Rapide S es un 2+2 de cuatro puertas, aunque en realidad se trata de un cinco puertas, ya que cuenta con un portón trasero que da acceso a un maletero de sólo 223 litros, pero se pueden abatir los asientos para casi triplicar su capacidad.
Sus medidas: 5,02 m de longitud, 1,92 m de anchura y 1,36 m de altura contienen cuatro asientos deportivos e individuales rodeados de refinamiento y lujo.
Bajo el capó delantero se encuentra un propulsor de gasolina V12 atmosférico de 5.935 cm3 que ofrece una potencia de 558 CV y un par máximo de 620 Nm. Esto significa que genera 81 CV y 20 Nm más que el Rapide convencional. Gracias a este incremento en la potencia, el Rapide S acelera de 0 a 100 km/h en tan sólo 4,9 segundos (5,2 el Rapide), a pesar de tener un peso de 1.990 kilos. Y su velocidad máxima sube de los 295 a los 306 km/h en esta versión S. No es de extrañar, pues este V12 cuenta con la tecnología de coches carreras, derivado de su experiencia en el Aston Martin Racing WEC GT.
El motor va colocado 19 mm más bajo, bajando el centro de gravedad y mejorando la estabilidad del automóvil. El aumento de potencia está gestionado por un cambio automático "Touchtronic 2" de seis velocidades y trasmitido a las ruedas posteriores. Aumenta sus prestaciones, pero a la vez, consigue una reducción de los consumos y emisiones. El gasto medio de carburante es de 14,1 litros y 332 gramos de CO2 por kilómetro recorrido.
La suspensión adaptable ADS ofrece tres ajustes diferentes: Normal, Sport y Track, este último reservado para circuito. También se ha revisado la actuación del control de estabilidad de acuerdo al nuevo umbral de potencia. En cada uno de los ajustes la suspensión, la respuesta del motor al acelerador y la dirección varían su dureza y rapidez de reacción.
El control de estabilidad ha sido revisado para adaptarse a la mayor potencia del vehículo. Por lo tanto, puede ser un lujoso coche GT en modo normal con la capacidad de transformarse en un coche deportivo más firme en los modos Sport y Track.