12/01/2009
Las cambiantes condiciones del clima están dejando sus huellas en el territorio de la Antártida Argentina. Los sensores MODIS del satélite Terra de la NASA muestran los cambios producidos en el hielo de la porción norte de la Península Antártica entre el 13 de diciembre de 2008 y el 2 de enero de 2009.
En la imagen satelital del 13 de diciembre, una capa de agua derretida reposa sobre la superficie del hielo marino. Este último es un hielo de congelamiento rápido que se mantiene fijo a la costa, sin que lo desplacen ni los vientos ni las corrientes marinas. El verano anterior fue lo bastante frío como para permitir la persistencia de este hielo, cuyo volumen se incrementó debido a las nevadas producidas desde entonces. El color azul que se distingue en la imagen corresponde a nieve y hielo derretidos.
Imagen satelital del 13 de diciembre de 2008
Imagen satelital del 2 de enero de 2009
Sin embargo, en la fotografía de enero de 2009 el hielo marino ha tomado un color blanquecino y se empiezan a observar múltiples grietas en sus márgenes. La desaparición de las tonalidades azules indica que el hielo derretido fue drenado al oceáno, o bien que se ha vuelto a congelar, al menos en parte. La imagen en alta resolución muestra la formación de nuevas capas de hielo marino hacia el Sur, lo que sugiere un recongelamiento. Una tormenta o frente frío que haya atravesado la región podría haber provocado el congelamiento del hielo marino. Aunque el agua derretida ya no está presente, resulta llamativo el gran número de grietas y fisuras en el norte de la península.
Cabe destacar que este proceso de derretimiento y congelamiento es absolutamente normal. En todo el perímetro de la Antártida, el hielo marino se incrementa notablemente durante el invierno, para desaparecer de la misma manera durante el verano. La presencia de hielo derretido en la imagen satelital del mes de diciembre no es una indicación de un cambio climático sino simplemente de un cambio estacional.
Sin embargo, se han encontrado señales en la Península Antártica que sugieren un calentamiento del clima. A diferencia del hielo marino, que se congela y se derrite cada año, las barreras de hielo son plataformas de gran antigüedad ancladas a la costa. Históricamente, la Barrera de Larsen estaba dividida en cuatro secciones, de Norte a Sur: las secciones A, B, C y D. La sección A se desintegró en 1995, en tanto que la sección B de la Barrera de Larsen se derritió por completo en el año 2002. Por su parte, la Barrera de Wilkins, ubicada más al sur de la Península, ha experimentado rupturas tanto durante el invierno como en el verano.
Cuando una barrera de hielo se separa de la costa, con frecuencia deja algunos restos que se mantienen en su sitio. En las imágenes se observan los restos de la Barrera de Larsen, especialmente en la fotografía satelital del 13 de diciembre, en donde contrasta con las lagunas de color azul. El resto de la barrera permanece conectada al este con la Isla Robertson.
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