Histórico Stijn Devolder

MADRID.- El belga Stijn Devolder (Quick Step) se hace un hueco entre los grandes de la clásica Vuelta a Flandes al conseguir su segundo triunfo consecutivo de manera más incontestable aún que el año pasado. Amparado en la superioridad de su equipo, arrancó cuando y como quiso para revalidar el título. En el podio, a más de un minuto, le acompañaron el alemán Heinrich Haussler (Cervélo) y el belga Philippe Gilbert (Silence). [Clasificación y narración]

El clima benigno bajo un sol radiante permitió al vencedor marcar un alto promedio de 43 kilómetros por hora en una 'Ronde' sin viento ni lluvia, con accidentes limitados y con un Quick Step que prepara esta carrera como ninguna otra.

Stijn Devolder se equipara a los Gijssels, Buysse, Leman o Boonen, autores de dos victorias consecutivas, aunque aún le queda para alcanzar al italiano Magni, tres triunfos desde 1949 a 1951.

La ubicuidad de los Quick Step, siempre en cabeza con el francés Sylvain Chavanel, impidió que el italiano Filippo Pozzato (Katyusha) encontrara una rendija para romper el cerco. Se quedó siempre con Tom Boonen. Y cuando quiso probar al belga en el muro de Taaienberg se encontró con una respuesta muy firme.

Chavanel fue reducido junto con los escapados (Hoste, Guesdon, Bandiera, De Vocht, Kuschynski, Lloyd, Quinziato), pero revivió en la siguiente fuga, al igual que Quinziato. Y los dos, con Van Hecke, recibieron poco después del Eikenmolen la visita de Devolder. Dos Quick Step entre los cuatro de cabeza y cuando hubo reacciones por detrás todavía tenían a otros elementos como Tossato. Sin contar con que Boonen rodaba tranquilo en el pelotón, aburriendo literalmente al temido Pozzato.

En el monumental Kappelmuur, Grammont o 'Muur van Geraardbergen' -repleto como cada año de fanáticos-, Devolder aumentó la exhibición de hace un año. Aceleró su ritmo, le delató el gesto sufriente. Quinziato hizo por marcarle pero sus riñones le dijeron basta. Chavanel se quedó atrás con el italiano, viendo cómo Devolder culminaba los planes de su equipo.

Italiano y francés terminaron en el grupo principal, a más de un minuto de Devolder, que no miró atrás ni paró su molinillo hasta pasada la pancarta del último kilómetro. Hasta entonces pedaleó con la máxima cadencia, la máxima potencia, cabeceando en las cuestas y apretando los dientes sin solución de continuidad.

Tom Boonen volvió a quedarse con el papel de secante, en lugar del hombre que ataca y gana, como lo había hecho en 2005 y 2006. Devolder aprovecha la situación. Mientras el presunto jefe de filas marca al principal adversario, el chico de Kortrij (Courtrai), 29 años, se erige rey de Flandes.

Juan Antonio Flecha se vio metido en uno de los pocos accidentes que se vieron, uno de ellos en el sprint del grupo por la segunda posición. La actuación del catalán fue por ello discreta, casi secreta, aunque finalmente dio testimonio de su presencia con un ataque en Kappelmuur, el penúltimo y más famoso muro de los 16 instaurados en esta 93º edición de la carrera.

A falta de mayores brillos, varios españoles, además de Flecha, salieron de la Vuelta a Flandes con lesiones por caídas. Chente García Acosta se fracturó la cabeza del radio y Carlos Barredo se hizo daño en el pecho. Pero lo más serio se lo hizo solo el italiano Mirko Lorenzetto: se cayó y fue tratado en el hospital de un traumatismo cráneo-facial.