COSTARÁ MÁS DE UN MILLÓN DE EUROS Y SÓLO HABRÁ 375 UNIDADES
McLaren P1, un superdeportivo híbrido para hacer historia
McLaren confirma todos los detalles de su nuevo superdeportivo, sustituto del mítico McLaren F1 de los noventa y cuyo precio, producción limitada y prestaciones de competición lo convierten en una joya de la ingeniería y en uno de los mejores coches de todos los tiempos.
Llegó el día que muchos aficionados al mundo del motor estaban esperando desde hace tiempo. El día en que McLaren ha hecho públicos todos los detalles técnicos y las fotos de la versión de producción definitiva de su nuevo superdeportivo, el P1, que verá la luz la próxima semana en el Salón del Automóvil de Ginebra.
Sólo su aspecto exterior ya produce admiración y asombro. Unas sensaciones que se acrecientan cuando se van conociendo sus secretos mejor guardados, como su precio, superior al millón de euros, su potencia, de más de 900 caballos, o su velocidad máxima, limitada electrónicamente a 350 kilómetros por hora. Pero vayamos por partes...
El McLaren P1, relevo del mítico McLaren F1 de los años noventa, se pudo ver por primera vez, en versión prototipo, en el pasado Salón del Automóvil de París. Allí confirmó que su nombre, P1, era lo que los pilotos del equipo de Fórmula 1 de McLaren habían escuchado durante décadas cada vez que lograban una 'pole position' o una victoria en un Gran Premio en la máxima categoría del automovilismo mundial.
Su diseño, inspirado en la tecnología y el espíritu de los Fórmula 1, adopta soluciones procedentes de la competición. Por ejemplo, en su desarrollo se han utilizado de forma intensiva tanto el túnel del viento como la dinámica de fluidos para lograr la menor resistencia posible al aire. Así, el McLaren P1 generará cinco veces más fuerza de sustentación que el MP4-12C, y a máxima velocidad, todos los elementos del P1 serán capaces de lograr 600 kilos de agarre aerodinámico extra.
Aunque, sin duda, sus dos elementos más llamativos se sitúan en la zaga. Ambos se inspiran claramente en la Fórmula 1. Por un lado, el difusor posterior, el más agresivo montado hasta ahora en un coche de producción. Por otro, el alerón trasero, controlado electrónicamente con dos planos y que incluye dos funciones especiales, el aerofreno y el famoso DRS (se puede levantar hasta 120 milímetros y carretera y hasta 300 en circuito), que favorece el agarre o la velocidad según las necesidades de cada momento.
Detalles como el 'snorkel' aerodinámico del techo, similar a las chimeneas de los Fórmula 1, las entradas de aire de las puertas, los flaps electrónicos del morro que trabajan de forma conjunta con el alerón para dirigir el aire de la forma más efectiva, o la célula central, realizada en fibra de carbono, completan un diseño absolutamente impactante.
Pero donde sin duda reside uno de sus grandes atractivos es en su sistema de propulsión. El sensacional McLaren P1 se mueve gracias a un bloque híbrido formado por un motor gasolina y otro híbrido, que conjuntamente alcanzan los 903 caballos de potencia con un par máximo de 900 Nm. En concreto se trata de un V8 gasolina twin-turbo de 3.8 litros y 727 caballos a 7.500 rpm, con un par máximo de 720 Nm desde las 4.000 vueltas, y un eléctrico de 176 caballos, con un par máximo de 260 Nm, disponibles instantáneamente, desde punto muerto.
Esta fuerza descomunal se transmite a las ruedas traseras a través de una caja de cambios de doble embrague, con unas emisiones de CO2 inferiores a los 200 gramos por kilómetro, todo un logro para un modelo de sus características y prestaciones.
El McLaren P1, además, se podrá utilizar en varios modos de conducción, con ambos motores trabajando conjuntamente, o por separado. Así, se puede lograr una conducción urbana silenciosa y sin emisiones, utilizando únicamente el motor eléctrico, o una conducción extremadamente deportiva, empleando la fuerza generada por ambos motores a la vez. El modo más ecológico, denominado E-Mode, permite al P1 rodar más de diez kilómetros propulsado únicamente por energía eléctrica almacenada en una batería. Cuando se agota, el motor gasolina arranca automáticamente para seguir moviendo el coche y recargar al mismo tiempo la batería.
Dicha batería, de alta densidad y formada por una combinación de células de alta potencia, cuenta con un peso extremadamente reducido, de tan sólo 96 kilos, y está formada por una combinación de células de alta potencia. Se monta en la zona baja del chasis y, además de cargarse a través del motor de gasolina, cuenta con un cargador específico que en sólo dos horas puede completar su recarga.
Además de su sistema de propulsión y de su exclusivo y aerodinámico diseño, el McLaren P1 ofrecerá interesantes novedades técnicas, como el ya comentado sistema DRS (Drag Reduction System), o el IPAS (Instant Power Assist System). Ambos se activan a través de dos botones situados en el volante y permiten que las prestaciones sean aún mayores. El DRS trabaja como en los Fórmula 1. Al reducir la cantidad de 'arrastre' en el alerón trasero, la velocidad se incrementa. El alerón reduce su ángulo para rebajar la resistencia aerodinámica en hasta un 23%, pero sólo con el botón pulsado, ya que en cuanto se suelta o se roza el pedal de freno, el sistema de desactiva inmediatamente.
El IPAS, por su parte, proporciona al vehículo energía rápidamente, ofreciendo 176 caballos de potencia adicional instantánea. Al desarrollar esta tecnología, McLaren priorizó la entrega de potencia sobre el almacenamiento de carga. ASí, la batería ofrece una mayor densidad de potencia que cualquier otra utilizada en un automóvil en la actualidad, y permite entregar dicha potencia inmediatamente con sólo pulsar un botón.
Así, el McLaren P1 consigue prestaciones sencillamente extraordinarias. Es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 3 segundos, de 0 a 200 km/h en menos de 7 segundos, y de 0 a 300 km/h en menos 17 segundos, alcanzando una velocidad máxima limitada electrónicamente de 350 km/h.
Detalles que confirman su exclusividad son, por ejemplo, que McLaren haya decidido que su producción se limite exclusivamente a 375 unidades o su precio, en torno al millón de euros, impuestos aparte, que lo convierten en el objeto de deseo más preciado para los multimillonarios coleccionistas de automóviles.