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250.000 euros, 570 caballos

Audi R8 LMX: máxima potencia para el nuevo 'señor de los anillos'

El R8 más prestacional y tecnológico llegará este verano con la primera aplicación de los faros láser a un modelo de calle de Audi.
A partir de este verano, 99 clientes de Audi podrán tener en su garaje la máquina más potente de la actual gama de modelos de la firma alemana: el nuevo R8 LMX. Eso sí, previo pago (al menos en España) de unos 250.000 euros, el precio aproximado con el que saldrá a la venta en nuestro país.
A cambio, el espectacular biplaza ofrece una versión potenciada del motor 5.2 V10 con 570 caballos de potencia, veinte más que el R8 Plus y diez más que el techo del catálogo Audi que lo marcaba hasta ahora el Audi RS6 Avant. Este extra le permitirá mejorar ligeramente su nivel de prestaciones hasta firmar una velocidad máxima de 320 km/h (tres más que el R8 Plus) y 3,4 segundos para alcanzar los 100 km/h saliendo desde parado (es una décima más rápido).

Pero, además, el Audi R8 LMX contará con una importante novedad técnica: los primeros faros láser que equipa un modelo de producción de la marca de Ingolstadt (los estrenó el Audi R18 e-tron quattro de Le Mans e incluso los vimos incluidos en el prototipo Audi Sport quattro laserlight, pero ahora es la primera vez que llegan a la calle). Junto con el BMW i8serán los primeros coches de producción en llevar esta tecnología al mercado.

Los faros láser, que sólo operan a partir de 60 km/h y para las luces de carretera, consiguen doblar el campo de acción del haz y tienen una temperatura de luz ideal para el ojo humano. Cada faro cuenta con cuatro diodos láser que complementan a los diodos LED y que obtienen la tonalidad blanca gracias a un convertidor de fósforo. El haz láser está controlado electrónicamente para evitar deslumbramientos en los coches que circulan en sentido contrario.

Por lo demás, el R8 LMX ofrecerá una estética exclusiva gracias a los dos colores de carrocería específicos, el azul Ara efecto cristal o el Gris Daytona mate que contrastará con elementos en fibra de carbono mate (el alerón trasero fijo, el spoiler delantero, la tapa del compartimento del motor, las carcasas de los retrovisores exteriores y el difusor) y en gris titanio (para la parrilla Singleframe, las rejillas de entrada de aire delanteras y de salida en la parte trasera). Las llantas de aleación de 19" (montadas sobre un equipo de frenos cerámico) son de diseño exclusivo para esta versión.

En el interior encontramos unos asientos tapizados en cuero Napa fina con motivos de diamante en relieve que también se extienden a los paneles de las puertas y toques de color azul Ara en las carcasas exteriores y las costuras de los apoyos laterales. La fibra de carbono es el material elegido para las molduras decorativas del habitáculo.

Audi R8 LMX

Sólo 35 unidades

Rolls-Royce Phantom Drophead Coupé Waterspeed Collection: inspiración náutica

La nueva edición del cabrio de la marca británica supone un homenaje al récord de velocidad de la embarcación Bluebird K3 con motor Rolls.
La historia de Rolls Royce ha dado a lo largo de sus más de 100 años muchos grandes capítulos en el mundo de las cuatro ruedas. Sin embargo quizá no muchos sepan que también motorizaban en su día embarcaciones rápidas que establecieron récords de velocidad. Entre ellos, quizá el más reconocido sea el que estableció Sir Malcom Campbell en 1937 con su Bluebird K3.
En homenaje a esta gran hazaña Rolls-Royce ha lanzado una nueva edición especial de su Phantom Drophead Coupé, denominada Waterspeed Collection. Una nueva creación especial del famoso programa bespoke de Rolls Royce que presenta una serie de exclusivas en materia de diseño que hacen honor al famoso hidrodeslizador de Campbell.

El coche presenta un atractiva y especial tonalidad para la ocasión: el "Maggiore Blue", que se inspira en los famosos colores de la Bluebird. Nada menos que nueve capas de pintura, un exhaustivo pulido y la aplicación de una laca especial, son necesarias para dar este acabado final al impecable resultado exterior de este Phantom Drophead.

Esta tonalidad también la podemos encontrar en la cubierta del motor y en los bordes de los once radios de las preciosas llantas de este Rolls que se presentan en un acabado pulido, dando un aspecto totalmente inédito en la marca.

Como suele ser costumbre en Rolls, la atención al detalle es exquisita. Esta atractiva estética exterior se completa con motivos pintados a mano con el cuidado propio de la marca inglesa, además de por la sustitución de la famosa madera de teca de la cubierta de la capota de los Drophead por acero cepillado, tratándose durante horas, cuidadosamente y a mano, cada una de las piezas.

En el interior este aspecto tampoco desentona, con detalles en el volante y parte del cuadro de instrumentos en el mismo color de la carrocería, que se juntan con el negro y el gris de la tapicería de cuero y la inédita madera de Abachi de tonalidad oscura. También destacan los trabajados motivos inspirados en el Bluebird en zonas como el borde de los reposabrazos. Unas piezas que requieren cada una, más de 8 horas de trabajo.
El motor V12 de 6.75 litros y 453 cv se viste de azul en esta versión.

A todos estos homenajes al famoso Bluebird K3 se suman otros pequeños detalles, como las referencias a sus récords registrados a lo largo de los años, bordados a mano en la zona de la guantera o el aspecto del cuadro de mandos y el cuentarrevoluciones, que evoca una vez más a las embarcaciones más rápidas con la zona del "Power Reserve" en colores azul y amarillo.

Esta versión especial del Drophead Coupé estará a la venta en una serie de sólo 35 unidades con un precio que ronda los 533.000 euros. Hoy tendrá su puesta de largo en la sede de la originaria Bluebird Motor Company y en la conocida zona de King´s Road en Londres.

Además, el coche será uno de los principales atractivos del ya famoso Concorso D'Elegenza en Villa D'Este, a orillas del lago Como en Italia, donde se dará a conocer al público (y a sus potenciales compradores) por primera vez.

Precisamente no muy cerca de allí, en el lago Maggiore, el 1 de septiembre de 1937, Campbell estableció su leyenda, marcando un récord mundial de velocidad de 203 km/h con su Bluebird K3 propulsado por el legendario motor R de Rolls-Royce.

Rolls-Royce Phantom Drophead Coupé Waterspeed Collection: inspiración náutica

El propulsor eléctrico es el mismo que lleva el i3, pero su potencia se ha rebajado casi 40 caballos. El de combustión interna es de tres cilindros y 1.499 centímetros cúbicos (realmente es la mitad del motor de seis cilindros en V de tres litros de capacidad), con inyección directa, turbocompresor, distribución variable Valvetronic y un árbol de compensación de vibraciones. Lleva acoplado otro pequeño motor eléctrico cuya función es arrancar el coche y apoyar en caso de que se demanden fuertes aceleraciones. El sistema se completa con una batería de ión-litio que asegura una autonomía de 37 kilómetros en modo eléctrico, con una velocidad máxima de hasta 120 kilómetros por hora. La total es de 600 kilómetros.

El i8 ofrece varios programas de funcionamiento a los que se accede pulsando diferentes botones. Uno permite seleccionar la conducción en eléctrico o e-Drive. En ella, el coche funciona como un tracción delantera. Cuando se agota la batería, automáticamente se pone en marcha el motor de combustión interna que también se activa por medio de un pisotón a fondo en el acelerador.

El segundo programa, denominado Confort, en el que pulsando el interruptor Driving Experience Control, se pasa al subprograma Eco Pro que busca el menor consumo posible en cada momento, lo que permite aumentar la autonomía un 20%. Lo que hace es aprovechar al máximo las posibilidades de la propulsión híbrida, desconectando el motor de combustión interna cuando no es necesaria su potencia.

Finalmente, el programa Sport se activa por medio de la palanca de cambios. Entonces, los dos motores trabajan siempre juntos, ofreciendo el máximo, con lo que el vehículo se comporta como un tracción a las cuatro ruedas. En este programa se modifican los ajustes de algunos elementos como el pedal del acelerador, la amortiguación y el funcionamiento de la caja de cambios para que funcione buscando siempre la máxima prestación en caso de que no se decida cambiar manualmente por medio de las levas en el volante.

En este programa, al funcionar como un tracción integral, el sistema de gestión de ambos motores puede intervenir para variar la distribución de potencia entre los ejes. En general tiende a favorecer el paso de mayor potencia al eje posterior. La distribución de pesos es del 50% entre ambos ejes.

BMW anuncia una aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora en 4,4 segundos y ha limitado la velocidad máxima de 250 kilómetros por hora. El consumo medio homologado es de 2,5 litros a los 100 kilómetros, asombrosamente bajo.

Pero lo verdaderamente asombroso es el comportamiento del coche. Una dirección rápida, unos frenos impecables que permiten apurar al máximo y un conjunto mecánico que empuja con fuerza, en particular en el programa Sport, que cambia el ruido del motor para hacerse más deportivo, que no molesto. Y sorprende, incluso en este programa, lo confortable de la suspensión, lejos de la dureza que cabría esperar.

En modo e-Drive, se hicieron 30 kilómetros rodando a una media de 80 kilómetros por hora en un tráfico urbano sin congestión, una cifra bastante aproximada a la anunciada por el fabricante. Decepcionante en cambio la eficacia del dispositivo de regeneración de energía en frenada o retención. Recargar las baterías enchufando el coche necesita de tres horas con corriente doméstica y dos con carga rápida.