El nacimiento de un iceberg

Esta animación, formada por ocho imágenes del radar de Envisat, muestra cómo el iceberg B-9B, de 97 kilómetros de largo, embiste contra la lengua del glaciar Mertz, en la Antártida oriental, a principios de febrero. La colisión causó el desprendimiento de un enorme pedazo de hielo.

El nuevo iceberg, C-28, es tan grande como Luxemburgo (2.500 km²). Desde el choque, los dos icebergs se han desplazado a una polinia, una área de mar abierto rodeado de hielo marino. Estas zonas producen agua salada densa y congelada, que desciende a las profundidades marinas y dirige los movimientos oceánicos.

Un peligro para la vida marina
Los expertos se muestran preocupados por la presencia de los dos icebergs en la polinia, pues podrían bloquear la formación de las aguas más profundas. Eso significaría una menor circulación de oxígeno en las corrientes que alimentan los océanos y tendría graves implicaciones para la vida marina.

El glaciar de Mertz, de 72 kilómetros de largo y unos 32 de ancho, se encuentra en el Océano Austral, a lo largo de la costa de Jorge V. Forma una lengua de 160 kilómetros que flota en el océano en dirección norte. Antes de la colisión del B-9B, el glaciar ya presentaba grandes grietas.